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SANTORAL LITÚRGICO

El Niño Dios a nacido en Belén

HIMNO A SAN JOSÉ

HIMNO A SAN JOSÉ

Hoy a tus pies, ponemos nuestra vida; Hoy a tus pies, ¡Glorioso San José! Escucha nuestra oración, Y por tu intercesión, Obtendremos, la paz del corazón; En Nazaret, junto a la Virgen Santa, En Nazaret ¡Glorioso San José! Cuidaste al niño Jesús, Pues por tu gran virtud, Fuiste digno custodio de la luz. Con sencillez humilde carpintero; Con sencillez ¡Glorioso San José! Hiciste bien tu labor, obrero del Señor, Ofreciendo, trabajo y oración. Tuviste fe, en Dios y su promesa; Tuviste fe, ¡Glorioso San José! Maestro de oración, alcanzarnos el don, De escuchar, y seguir la voz de Dios:

domingo, 3 de marzo de 2019

SAN JOSÉ DEVOCIÓN DE LOS 30 DÍAS


SAN JOSÉ ❤💙
DEVOCIÓN DE LOS 30 DÍAS  

¡Oh amabilísimo Patriarca, Señor San José! Desde el abismo de mi pequeñez, dolor y ansiedad, os contemplo con emoción y alegría de mi alma en vuestro solio del cielo, como gloria y gozo de los Bienaventurados, pero también como padre de los huérfanos en la tierra, consolador de los tristes, amparador de los desvalidos, gozo y amor de tus devotos ante el trono de Dios, de tu Jesús y de tu santa Esposa.

Por eso yo, pobre, desvalido, triste y necesitado, a Vos dirijo hoy y siempre mis lágrimas y penas, mis ruegos y clamores del alma, mis arrepentimientos y mis esperanzas; y hoy especialmente os traigo ante vuestro altar y vuestra imagen una pena que consoléis, un mal que remediéis, una desgracia que impidáis, una necesidad que socorráis, una gracia que obtengáis para mí y para mis seres queridos.
Y para conmoveros y obligaros a oírme y conseguírmelo, os lo pediré y demandaré durante treinta días continuos en reverencia a los treinta años que vivisteis en la tierra con Jesús y María, y os lo pediré, urgente y confiadamente, invocando todos los títulos que tenéis para compadeceros de mí y todos los motivos que tengo para esperar que no dilataréis el oír mi petición y remediar mi necesidad; siendo tan cierta mi fe en vuestra bondad y poder, que al sentirla os sentiréis también obligado a obtener y darme más aún de lo que os pido, y deseo.

1.- Os lo pido por la bondad divina que obligó al Verbo Eterno a encarnarse y nacer en la pobre naturaleza humana, como Dios de Dios, Dios Hombre, Dios del Hombre, Dios con el Hombre.

2.- Os lo suplico por vuestra ansiedad de sentiros obligado a abandonar a vuestra santa Esposa, dejándola sola, y yendo solo sin ella.

3.- Os lo ruego por vuestra resignación dolorosísima para buscar un establo y un pesebre para palacio y cuna de. Dios, nacido entre los hombres, que le obligan a nacer entre animales.

4.- Os lo imploro por la dolorosísima y humillante circuncisión de vuestro Jesús, y por el santo y dulcísimo nombre que le impusisteis por orden del Eterno para consuelo, amor y esperanza nuestra.

5.- Os lo demando por vuestro sobresalto al oír del Ángel la muerte decretada contra vuestro Hijo Dios, por vuestra obedientísima huida a Egipto, por las penalidades y peligros del camino, por la pobreza del destierro, y por vuestras ansiedades al volver de Egipto a Nazaret.

6.- Os lo pido por vuestra aflicción dolorosa de tres días al perder a vuestro Hijo, y por vuestra consolación suavísima al encontrarle en el templo; por vuestra felicidad inefable de los treinta años que vivisteis en Nazaret con Jesús y María sujetos a vuestra autoridad y providencia.

7 .- Os lo ruego y espero por el heroico sacrificio, con que ofrecisteis la víctima de vuestro Jesús al Dios Eterno para la cruz y para la muerte por nuestros pecados y nuestra redención.

8.- Os lo demando por la dolorosa previsión, que os hacía todos los días contemplar aquellas manos infantiles, taladradas un día en la Cruz por agudos clavos; aquella cabeza que se reclinaba dulcísimamente sobre vuestro pecho, coronada de espinas; aquel cuerpo divino que estrechabais contra vuestro corazón, ensangrentado y extendido sobre los brazos de la Cruz; aquel último momento en que le veíais expirar y morir por mí, por mi alma, por mis pecados.

9.- Os lo pido por vuestro dulcísimo tránsito de esta vida en los brazos de Jesús y María. y vuestra entrada en el Limbo de los Justos en el cielo, donde tenéis vuestro trono de poder.

10.- Os lo suplico por vuestro gozo y vuestra gloria, cuando contemplasteis la Resurrección de vuestro Jesús, su subida y entrada en los cielos y su trono de Rey inmortal de los siglos.

11.- Os lo demando por vuestra dicha inefable cuando visteis salir del sepulcro a vuestra santísima Esposa, resucitada, y ser subida a. los cielos por ángeles, y coronada por el Eterno, y entronizada en un solio junto al vuestro como Madre, Señora y Reina de los ángeles y hombres.

12.- Os lo pido y ruego y espero confiadamente por vuestros trabajos, penalidades y sacrificios en la tierra, y por vuestros triunfos y gloria feliz bienaventuranza en el Cielo con vuestro Hijo Jesús y vuestra esposa Santa María.

¡Oh mi buen San José! Yo, inspirado en las enseñanzas de la Iglesia Santa y de sus Doctores y Teólogos y en el sentido universal del pueblo cristiano, siento en mí una fuerza misteriosa, que me alienta y obliga a pediros y suplicaros y esperar me obtengáis ,de Dios la grande y extraordinaria gracia que voy a poner ante este tu altar e imagen y ante tu trono de bondad y poder en el Cielo: la espero, Santo Patriarca.

Aquí, levantado el corazón a lo alto, se le pedirá al Santo con amorosa instancia la gracia que se desea.


ORACIÓN A SAN JOSÉ DEL PAPA LEÓN XIII


ORACIÓN A SAN JOSÉ DE LEÓN XIII

A ti, bienaventurado San José, acudimos en nuestra tribulación, y después de implorar el auxilio de tu santísima esposa, solicitamos también confiadamente tu patrocinio.

Con aquella caridad que te tuvo unido con la Inmaculada Virgen María, Madre de Dios, y por el paterno amor con que abrazaste al Niño Jesús, humildemente te suplicamos que vuelvas benigno los ojos a la herencia que con su Sangre adquirió Jesucristo, y con tu poder y auxilio socorras nuestras necesidades.

Protege, oh providentísimo Custodio de la divina Familia, la escogida descendencia de Jesucristo; aleja de nosotros, oh padre amantísimo, este flagelo de errores y vicios.

Asístenos propicio desde el cielo, en esta lucha contra el poder de las tinieblas; y como en otro tiempo libraste de la muerte la vida amenazada del Niño Jesús, así ahora defiende a la santa Iglesia de

Dios de las hostiles insidias y de toda adversidad.
Y a cada uno de nosotros protégenos con tu constante patrocinio, para que, a ejemplo tuyo, y sostenidos por tu auxilio, podamos vivir y morir santamente y alcanzar en los cielos la eterna bienaventuranza.

Amén.

ORACIÓN DE CONFIANZA EN MOMENTOS DE DIFICULTAD


ORACIÓN DE CONFIANZA EN MOMENTOS

 DE ANGUSTIA O DIFICULTAD

Bienaventurado José, cuyo poder sabe hacer posibles las cosas imposibles, ven en mi ayuda en estos momentos de angustia y dificultad. Toma bajo tu protección las situaciones tan serias y difíciles que te encomiendo, para que tengan una feliz solución de acuerdo a la voluntad de Dios.

Mi bien amado Padre: toda mi confianza la deposito en Vos, y me abandono como un niño pequeño, dormido en brazos de su papá.

Que no se pueda decir que en vano te he invocado y ya que tú lo puedes todo, delante de Jesús y de María, muéstrame que tu bondad es tan grande como tu poder.

Amén

Padre Nuestro, Ave María, Gloria.


NOVENA BREVE A SAN JOSÉ




NOVENA A SAN JOSÉ


San José, fiel padre proveedor del Divino Niño, esposo virginal de la madre de Dios, protector poderoso de la Santa Iglesia, venimos a ti para encomendarnos a tu protección especial.


Nada buscaste en este mundo sino la gloria de Dios y el bien del prójimo. Totalmente entregado al salvador, tu felicidad consistía en orar, en trabajar, en sacrificarte, en sufrir, en morir por El.


Fuiste un desconocido en este mundo pero íntimo de Jesús. Su mirada reposaba confiadamente en tu vida simple y oculta en El.


San José, has ayudado ya a tantos hombres, que recurrimos a ti con entera confianza. Tú ves a la luz de Dios nuestras necesidades, tú conoces nuestras preocupaciones, nuestras dificultades, nuestras penas. Solicitamos a tu paternal amabilidad este asunto particular… (Pedir la intención personal).


La ponemos entre tus manos que protegieron al Niño Jesús, pero antes que nada pide para nosotros las gracias de no separarnos nunca de Jesús por el pecado mortal, de conocerlo y de amarlo cada vez más, así como a su Santa Madre, de vivir siempre en presencia de Dios, de hacer todo en función de su gloria y el bien de las demás almas y de lograr algún día ver a Dios para alabarlo eternamente contigo.

Así sea.

 

Padre Nuestro, Ave María, Gloria

 

Esta novena a San José es muy eficaz para hallar empleo (comprobado en numerosas ocasiones). Se puede hacer la novena en cualquier momento del año, y ¡sería sorprendente si al final de la misma, San José no le enviara un pequeño contrato! Puede hacer la prueba varias veces.

Esta novena está sacada del libro "Id a José"

 

Oración a San José para pedir la gracia

 de una buena muerte

San José, padre proveedor de Nuestro Señor Jesucristo, padre rebosante de gracias, esposo de la bienaventurada Virgen María. Tu vida fue completamente santa y justa y, por ello, nada vino a perturbar, al final de tu existencia, tu anhelo celestial. San José, patrón indicado de los moribundos, nos encomendamos a tí en nuestra última hora terrenal.

Cuando nuestras almas abandonen este mundo, pide por nosotros, con la Virgen María, tu santa esposa y nuestra madre, la gracia de vuestro hijo divino, para que, llenos de una fe imperturbable, de una esperanza inalterable y de una caridad incandescente, podamos vencer las tentaciones del enemigo malo y depositar nuestra alma sosegada, entre las manos del Padre, después de haber recibido dignamente a Jesús en la santísima Hostia. Así sea.




NOVENA ANTIGUA A SAN JOSÉ




Novena antigua a San José

 

Por la señal, etc.

 

Señor mío Jesucristo, etc.

 

 Oración preparatoria 

Oh gloriosísimo Padre de Jesús, esposo de María. Patriarca y protector de la Santa Iglesia, a quien el Padre Eterno confió el cuidado de gobernar, regir y defender en la tierra la Sagrada Familia; protégenos también a nosotros, que pertenecemos, como fieles católicos. A la santa familia de tu Hijo que es la Iglesia, y alcánzanos los bienes necesarios de esta vida, y sobre todo los auxilios espirituales para la vida eterna. Alcánzanos especialmente estas tres gracias, la de no cometer jamás ningún pecado mortal, principalmente contra la castidad; la de un sincero amor y devoción a Jesús y María, y la de una buena muerte, recibiendo bien los últimos sacramentos. Concédenos además la gracia especial que te pedimos cada uno en esta novena.

Pídase con fervor y confianza la gracia que se desea obtener.

A continuación rezar la oración del día que corresponda:

 

DÍA PRIMERO:

Comenzar con la oración preparatoria para todos los días.

Oh benignísimo Jesús así como consolaste a tu padre amado en las perplejidades e incertidumbres que tuvo, dudando si abandonar a tu santísima madre su esposa, así te suplicamos humildemente por intercesión de San José nos concedas mucha prudencia y acierto en todos los casos dudosos y angustias de nuestra vida, para que siempre acertemos con tu santísima voluntad.

Terminar con la oración final para todos los días.

 

DÍA SEGUNDO:

Comenzar con la oración preparatoria para todos los días.

Oh benignísimo Jesús, así como consolaste a tu padre amado en la pobreza y desamparo de belén, con tu nacimiento, y con los cánticos de los Ángeles y visitas de los pastores, así también te suplicamos humildemente por intercesión de San José, que nos concedas llevar con paciencia nuestra pobreza y desamparo en esta vida, y que alegres nuestro espíritu con tu presencia y tu gracia, y la esperanza de la gloria. 

Terminar con la oración final para todos los días.

 

DÍA TERCERO: 

Comenzar con la oración preparatoria para todos los días. 

Oh benignísimo Jesús, así como consolaste a tu amado padre en el doloroso misterio de la circuncisión, recibiendo de él el dulce nombre de Jesús, así te suplicamos humildemente, por intercesión de san José, nos concedas pronunciar siempre con amor y respeto tu santísimo nombre, llevarlo en el corazón, honrarlo en la vida, y profesar con obras y palabras que tú fuiste nuestro salvador y Jesús.

Terminar con la oración final para todos los días.

 

DÍA CUARTO: 

Comenzar con la oración preparatoria para todos los días. 

Oh benignísimo Jesús, así como consolaste a tu padre amado de la pena que le causó la profecía de Simeón, mostrándole el innumerable coro de los santos, así te suplicamos humildemente, por intercesión de San José que nos concedas la gracia de ser de aquellos para quienes tu sirves, no de ruina, sino de resurrección, y que correspondamos fielmente a tu gracia para que vayamos a tu gloria.

Terminar con la oración final para todos los días.

 

DÍA QUINTO:

Comenzar con la oración preparatoria para todos los días.

Oh benignísimo Jesús, así como tu amado padre te condujo de Belén a Egipto para librarte del tirano Herodes, así te suplicamos humildemente, por intercesión de San José, que nos libres de los que quieren dañar nuestras almas o nuestros cuerpos, nos des fortaleza y salvación en nuestras persecuciones, y en medio del destierro de esta vida nos protejas hasta que volemos a la patria celestial.

Terminar con la oración final para todos los días.

 

DÍA SEXTO:

Comenzar con la oración preparatoria para todos los días.

Oh benignísimo Jesús así como tu padre amado te sustentó en Nazaret, y en cambio tú le premiaste en tu santísima compañía tantos años, con tu doctrina y tu dulce conversación, así te rogamos humildemente, por intercesión de san josé nos concedas el sustento espiritual de tu gracia, y de tu santa comunión, y que vivamos santa y modestamente, como tú en Nazaret. 

Terminar con la oración final para todos los días.

 

DÍA SÉPTIMO:

 

Comenzar con la oración preparatoria para todos los días.

 

Oh benignísimo Jesús, así como por seguir la Voluntad de Tú Padre celestial permitiste que tu amado padre en la tierra padeciese el vehementísimo dolor de perderte por tres días, así te suplicamos humildemente, por intercesión de San José, que antes queramos perder todas las cosas y disgustar a cualquier amigo, que dejar de hacer tu voluntad; que jamás te perdamos a ti por el pecado mortal, o que si por desgracia te perdiésemos te hallemos mediante una buena confesión.

Terminar con la oración final para todos los días.

 

DÍA OCTAVO:

 

Comenzar con la oración preparatoria para todos los días.

 

Oh benignísimo Jesús, que en la hora de su muerte consolaste a tu glorioso padre, asistiendo juntamente con tu madre su esposa a su última agonía, te suplicamos humildemente, por intercesión de San José, que nos concedas una muerte semejante a la suya asistido de tu bondad, de tu Santísima Madre y del mismo glorioso patriarca protector de los moribundos, pronunciando al morir vuestros santísimos nombres, Jesús, María y José.

Terminar con la oración final para todos los días.

 

DÍA NOVENO:

 

Comenzar con la oración preparatoria para todos los días. 

Oh benignísimo Jesús, así como has elegido por medio de tu vicario en la tierra a tu amado padre para protector de tu santa Iglesia católica, así te suplicamos humildemente por intercesión de San José, nos concedas el que seamos verdaderos y sinceros católicos, que profesemos sin error la fe católica, que vivamos sin miedo una vida digna de la fe que profesamos, y que jamás puedan los enemigos ni aterrarnos con persecuciones, ni con engaños seducirnos y apartamos de la única y verdadera religión que es la católica.

Terminar con la oración final para todos los días.

 

Oración final para todos los días

Oh custodio y padre de vírgenes San José a cuya fiel custodia fueron encomendadas la misma inocencia de Cristo Jesús y La Virgen de las vírgenes María; por estas dos queridísimas prendas Jesús y María, te ruego y suplico me alcances, que preservado yo de toda impureza, sirva siempre castísimamente con alma limpia, corazón puro y cuerpo casto a Jesús y a María. Amén.

 

- Jesús, José y María, os doy mi corazón y el alma mía 

- Jesús, José y María, asistidme en mi última agonía. 

- Jesús, José y María, con vos descanse en paz el alma mía. 

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

 

Antífona.

Tenía el mismo Jesús, al empezar su vida pública, cerca de treinta años, hijo, según se pensaba de José.

 

V. San José, ruega por nosotros.

R. para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo.

 

Oración.

Oh dios que con inefable providencia te dignaste escoger al bienaventurado José por esposo de tu Madre Santísima; concédenos que, pues le veneramos como protector en la tierra, merezcamos tenerle como protector en los cielos. Oh Dios que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.