ENTRADAS POPULARES

SANTORAL LITÚRGICO

El Niño Dios a nacido en Belén

HIMNO A SAN JOSÉ

HIMNO A SAN JOSÉ

Hoy a tus pies, ponemos nuestra vida; Hoy a tus pies, ¡Glorioso San José! Escucha nuestra oración, Y por tu intercesión, Obtendremos, la paz del corazón; En Nazaret, junto a la Virgen Santa, En Nazaret ¡Glorioso San José! Cuidaste al niño Jesús, Pues por tu gran virtud, Fuiste digno custodio de la luz. Con sencillez humilde carpintero; Con sencillez ¡Glorioso San José! Hiciste bien tu labor, obrero del Señor, Ofreciendo, trabajo y oración. Tuviste fe, en Dios y su promesa; Tuviste fe, ¡Glorioso San José! Maestro de oración, alcanzarnos el don, De escuchar, y seguir la voz de Dios:

Cuarto Día Consagración a San José por 33 días

 


 Consagración a San José por 33 días


Oración 4


Casto guardián de la virgen


San José fue el esposo de la Madre de Dios, pero también, debido a una maravillosa singularidad, el guardián de su virginidad. Así como en María se combinan de manera milagrosa dos situaciones en apariencia incompatibles: la maternidad y la virginidad, lo mismo sucede con San José: es esposo de María y también protector de la virginidad de su esposa. San José y María vivieron en lo que se le llama “matrimonio josefista”. Fueron verdaderamente marido y mujer, pero nunca tuvieron relaciones sexuales. Ambos se consagraron a Dios y sacrificaron un bien natural por un bien mayor: la salvación de las almas.

La castidad es una virtud importante. Ser casto es tener dominio propio y estar en control de las propias pasiones y sexualidad. La castidad preserva el corazón y el cuerpo humano para una auténtica entrega de sí mismo. Toda la gente, sin importar su vocación en la vida, está llamada a la castidad.

Después de Jesús, San José es el mejor ejemplo de castidad masculina. En un mensaje que el mismo San José le dio a la hermana María Efrén en marzo de 1958, dijo: “Dejen que los padres también imiten mi gran pureza de vida y el profundo respeto que le tengo a mi esposa Inmaculada. Dejen que sean ejemplos para sus hijos y para los demás hombres, al nunca hacer nada de forma intencional que pueda causar escándalo dentro del pueblo de Dios”2. San José se casó con una mujer hermosa y la trató con respeto, dignidad y reverencia. Si los hombres de hoy en día fueran más como San José —protectores y defensores de la belleza, en lugar de consumidores y abusadores del misterio femenino— ¡Qué mundo tan diferente sería!

Aunque a algunos hombres se les ha llamado a consagrarse en celibato, a la mayoría se les llama al matrimonio. Ambas vocaciones son necesarias. Sin matrimonio, no hay hijos. Sin sacerdotes, no hay Sacramentos. Los hombres casados deben ser castos en el matrimonio; lo sacerdotes y obispos deben ser castos en el sacerdocio. Dios quiere que todos los hombres ejemplifiquen la castidad y la entrega de sí mismo de San José.

San José, en un mundo ciego por la impureza, ayúdame a resistir las tentaciones y tener dominio propio sobre mis pasiones. Ora por mí para vivir mi vocación de una manera casta y santa.

(Opcional) 

Rezar el rosario y la Letanía de San José (Aquí)


Reto diario:

 Decide hoy mismo de manera firme confrontar los patrones de pensamientos, palabras y acciones impuros y reemplazalos con la virtud de la castidad con la ayuda de San José.


Oración final para todos los días:

Glorioso San José, protector, modelo y guía de las familias cristianas: Te ruego protejas a la mía. Haz reinar en ella el espíritu de fe y de religión, la fidelidad a los mandamientos de Dios y de la Iglesia, la paz y la unión de los hijos, el desprendimiento de los bienes temporales y el amor a los asuntos del cielo.

 Dígnate velar sobre todos nuestros intereses. Ruega al Señor que bendiga nuestra casa. Otorga la paz a la familia, acierto a los hijos en la elección de estado. Concede a todos los miembros de nuestra familia y de todas las familias de la tierra, la gracia de vivir y morir en el amor de Jesús y de María. Amén.


TE SUPLICAMOS SAN JOSE:

1. De los males que nos amenazan, libra nuestras familias.

2. De las discordias y roces, libra nuestras familias.

3. De las enfermedades y aflicciones, libra nuestras familias.

4. De la tristeza y desesperanzas, libra nuestras familias.

5. Del espíritu mundano, libra nuestras familias.

6. De los peligros de los falsos valores de hoy, libra nuestras familias.

7. De la ausencia y el abandono de los padres, libra nuestras familias.

8. De la inmoralidad matrimonial, libra nuestras familias.

9. De las modas y costumbres escandalosas, libra nuestras familias.

10. De la indiferencia y rebeldía religiosa, libra nuestras familias.

11. De la liviandad y la deshonestidad, libra nuestras familias.

12. De las amistades malas y peligrosas, libra nuestras familias.

13. De la falta de amor, libra nuestras familias.

14. De las incomprensiones y falta de diálogo, libra nuestras familias.

15. De la desunión y separaciones, libra nuestras familias.

16. De los abortos y descuidos de la vida, libra nuestras familias.

17. De la falta de fe, libra nuestras familias.

18. De las dificultades financieras, libra nuestras familias.

19. De la falta de pan y de casa, libra nuestras familias.

20. De las enfermedades y desgracias, libra nuestras familias.

21. De la muerte eterna, libra nuestras familias.

San José, ruega por nosotros! Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.


OREMOS:

Dios de bondad y misericordia, por intercesión de San José, salva nuestras familias, haz que vivan unidas y firmes en el amor.

Así como las uniste en vida por la sangre, tu bondad las reúna por la caridad en el Reino eterno. Amén.


Para terminar: 
Oremos por el Santo Padre: para que nos conduzca al triunfo del Inmaculado Corazón de María y del Sagrado Corazón de Jesús:

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.




No hay comentarios:

Publicar un comentario