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SANTORAL LITÚRGICO

El Niño Dios a nacido en Belén

HIMNO A SAN JOSÉ

HIMNO A SAN JOSÉ

Hoy a tus pies, ponemos nuestra vida; Hoy a tus pies, ¡Glorioso San José! Escucha nuestra oración, Y por tu intercesión, Obtendremos, la paz del corazón; En Nazaret, junto a la Virgen Santa, En Nazaret ¡Glorioso San José! Cuidaste al niño Jesús, Pues por tu gran virtud, Fuiste digno custodio de la luz. Con sencillez humilde carpintero; Con sencillez ¡Glorioso San José! Hiciste bien tu labor, obrero del Señor, Ofreciendo, trabajo y oración. Tuviste fe, en Dios y su promesa; Tuviste fe, ¡Glorioso San José! Maestro de oración, alcanzarnos el don, De escuchar, y seguir la voz de Dios:

Día 17 Consagración a San José por 33 días

 


CONSAGRACIÓN A SAN JOSÉ POR 33 DÍAS

 

Oraciones 17

José, Gloria de la vida doméstica

 

 Instruye al niño en el camino que debe andar y aun cuando sea viejo no se apartará de él (Proverbios 22:6)

Decir que San José es la gloria de la vida doméstica es decir que en él vemos el mejor ejemplo de cómo un hombre transforma la vida del hogar de forma magnífica. Hay cierto esplendor, incluso honor, en el hogar cuando este está ordenado de manera adecuada y guiado por el ejemplo paternal de San José.

 

Para muchos hombres, la familia doméstica es algo secundario. La mayoría de los hombres entienden que deben trabajar duro para proveer las necesidades materiales de sus familias. Sin embargo, los hombres católicos también tienen la responsabilidad, junto a sus esposas, de construir la Iglesia doméstica. El término Iglesia doméstica se refiere a la familia como el cuerpo más pequeño de creyentes en Cristo. Es la Iglesia universal en microcosmos. Es un hogar en donde la vida familiar está completamente centrada en el señorío de Jesucristo; en donde los padres, como discípulos de Jesús, toman su papel de líderes para hacer de sus hijos, discípulos. ¿Cómo un padre puede asegurarse de esto si pasa la mayor parte del tiempo fuera de la casa? En una palabra, no puede. Es verdad que muchos lugares de trabajo no se preocupan especialmente por dar tiempo libre y tiempo de familia. Los esposos y padres que están “entre la espada y la pared” no deben avergonzarse. El equilibrio entre la vida y el trabajo es difícil.

 

Sin embargo, como discípulos de Cristo, nosotros no solo operamos con medios materiales y terrenales, sino que contamos con la gracia para perfeccionar la naturaleza y con lo sobrenatural para transformar lo natural. Si seguimos el modelo de San José, vemos que podemos encontrar una manera de unir nuestro trabajo y nuestra vida familiar en un solo organismo, algo que se mueve con y para el ritmo de la vida doméstica.

 

Debemos preguntarnos a nosotros mismos, ¿qué sacrificios podemos hacer como esposos y padres para pasar más tiempo con la familia? ¿Realmente necesitamos todo ese espacio para vivir? ¿Podemos tomar vacaciones menos costosas? ¿No estarían mejor nuestros hijos con menos juguetes, ropa y entretenimiento? En la mayoría de los casos podemos encontrar formas de reorientar nuestro dinero y abstenernos de hábitos costosos para optimizar nuestros recursos. Si somos honestos con nosotros mismos, podemos hacer más y mayores sacrificios por el bien de nuestra vida familiar y ser más generosos con Dios.

 

San José, gloria de la vida doméstica, tú te enfrentaste con la responsabilidad de proveer las necesidades para la vida de Jesús y María. Baja tu mirada con compasión paternal sobre mí para que pueda recibir la gracia de construir la Iglesia doméstica en mi hogar y guiar a mi familia por el camino del discipulado.

 

Reto diario:

Pregúntale a Dios qué le parece la forma en que estás distribuyendo tu tiempo, actividades y recursos para formar a tu familia en Iglesia doméstica; platica con tu esposa sobre lo que escuchaste en tu oración. Para los sacerdotes, pídele a Dios que te enseñe cómo puedes apoyar mejor a las familias de tu parroquia para que vivan como Iglesia doméstica.

 Reza la Letanía de San José.


LETANÍA DE SAN JOSÉ

1.-Señor, ten piedad de nosotros.  Se repite

2.-Cristo, ten piedad de nosotros.

3.-Señor, ten piedad de nosotros.

4.-Cristo, óyenos.

5.-Cristo, escúchanos. 

6.-Dios, Padre celestial.  R. Ten piedad de nosotros.

7.-Dios Hijo, Redentor del mundo

8.-Dios Espíritu Santo

9.-Santa Trinidad, un solo Dios  

10.-Santa María,  R. Ruega por nosotros.

11.-San José

12.-Ilustre descendiente de David

13.-Luz de los patriarcas

14.-Esposo de la Madre de Dios

15.-Custodio purísimo de la Virgen,

16.-Nutricio del Hijo de Dios

17.-Diligente defensor de Cristo

18.-Jefe de la Sagrada Familia

19.-José justo

20.-José casto

21.-José prudente

22.-José fuerte

23.-José obediente

24.-José fiel

25.-Espejo de paciencia

26.-Amante de la pobreza

27.-Modelo de obreros

28.-Gloria de la vida doméstica

29.-Custodio de vírgenes

30.-Sostén de las familias

31.-Consuelo de los desdichados

32.-Esperanza de los enfermos

33.-Patrono de los moribundos

34.-Terror de los demonios

35.-Protector de la santa Iglesia   

36.-Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo     R.  Perdónanos, Señor.

37.-Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo    R.   Escúchanos, Señor.

38.-Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo    R.  Ten piedad de nosotros.

39.-Lo nombró administrador de su casa.

R. Y señor de todas sus posesiones.

ORACIÓN

¡Oh Dios, que con inefable providencia te dignaste elegir a San José para esposo de tu Santísima Madre!; te rogamos nos concedas tenerlo como intercesor en el cielo, ya que lo veneramos como protector en la tierra. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

 

Oración para todos los días:

Glorioso San José, protector, modelo y guía de las familias cristianas: Te ruego protejas a la mía. Haz reinar en ella el espíritu de fe y de religión, la fidelidad a los mandamientos de Dios y de la Iglesia, la paz y la unión de los hijos, el desprendimiento de los bienes temporales y el amor a los asuntos del cielo. Dígnate velar sobre todos nuestros intereses. Ruega al Señor que bendiga nuestra casa. Otorga la paz a la familia, acierto a los hijos en la elección de estado. Concede a todos los miembros de nuestra familia y de todas las familias de la tierra, la gracia de vivir y morir en el amor de Jesús y de María. Amén.

 

TE SUPLICAMOS SAN JOSÉ:

1. De los males que nos amenazan, libra nuestras familias.

2. De las discordias y roces, libra nuestras familias.

3. De las enfermedades y aflicciones, libra nuestras familias.

4. De la tristeza y desesperanzas, libra nuestras familias.

5. Del espíritu mundano, libra nuestras familias.

6. De los peligros de los falsos valores de hoy, libra nuestras familias.

7. De la ausencia y el abandono de los padres, libra nuestras familias.

8. De la inmoralidad matrimonial, libra nuestras familias.

9. De las modas y costumbres escandalosas, libra nuestras familias.

10. De la indiferencia y rebeldía religiosa, libra nuestras familias.

11. De la liviandad y la deshonestidad, libra nuestras familias.

12. De las amistades malas y peligrosas, libra nuestras familias.

13. De la falta de amor, libra nuestras familias.

14. De las incomprensiones y falta de diálogo, libra nuestras familias.

15. De la desunión y separaciones, libra nuestras familias.

16. De los abortos y descuidos de la vida, libra nuestras familias.

17. De la falta de fe, libra nuestras familias.

18. De las dificultades financieras, libra nuestras familias.

19. De la falta de pan y de casa, libra nuestras familias.

20. De las enfermedades y desgracias, libra nuestras familias.

21. De la muerte eterna, libra nuestras familias.

22. San José, ruega por nosotros! Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.

OREMOS:

Dios de bondad y misericordia, por intercesión de San José, salva nuestras familias, haz que vivan unidas y firmes en el amor.

Así como las uniste en vida por la sangre, tu bondad las reúna por la caridad en el Reino eterno. Amén.

 

Para terminar: 
Oremos por el Santo Padre para que nos conduzca al triunfo del Inmaculado Corazón de María y del Sagrado Corazón de Jesús:
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

San José, patrono de la Iglesia Universal, Ruega por nosotros

En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.



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