CONSAGRACIÓN A SAN JOSÉ POR 33 DÍAS
Oración
25
San José, Guardián del
Misterio de Dios
Bendito sea el Dios y Padre de
nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido con toda bendición espiritual en
los lugares celestiales en Cristo. Porque Dios nos escogió en Cristo antes de
la fundación del mundo, para que fuéramos santos y sin mancha delante de Él. En
amor nos predestinó para adopción como hijos para sí mediante Jesucristo,
conforme a la buena intención de Su voluntad, para alabanza de la gloria de Su
gracia que gratuitamente ha impartido sobre nosotros en el Amado. En Él tenemos
redención mediante Su sangre, el perdón de nuestros pecados según las riquezas
de Su gracia que ha hecho abundar para con nosotros. En toda sabiduría y
discernimiento nos dio a conocer el misterio de Su voluntad, según la buena
intención que se propuso en Cristo, con miras a una buena administración en el
cumplimiento de los tiempos, es decir, de reunir todas las cosas en Cristo,
tanto las que están en los cielos, como las que están en la tierra (Efesios
1:3-10).
El primer capítulo de Efesios anuncia “el misterio” de la
voluntad de Dios, esto es, el plan de salvación de Dios, un plan que se mantuvo
en silencio en el pasado (Antigua Alianza), pero que se ha revelado en la
plenitud de los tiempos (Nueva Alianza). La voluntad de Dios es que el hombre
tenga acceso al Padre a través de Cristo, la Palabra hecha carne, por medio del
Espíritu Santo y hacernos partícipes de la naturaleza divina (c.f. Efesios
2:18, 2 Pedro 1:4). Junto a María, San José es el primer guardián de este
divino misterio.
Ser un guardián
significa ser un defensor, protector o custodio. La Santísima Virgen María
“protegió y defendió” el plan de Dios de la redención por medio de su fe. A lo
largo de la vida de Jesús, ella fue fiel al plan de Dios, especialmente en el
Calvario y durante el evento de Pentecostés. Aunque la vida terrenal de José
terminó antes de que el misterio de la Redención se completara, la fe de José
apuntaba hacia la misma dirección: estuvo determinado por completo por el mismo
misterio del que él, junto con María, fue el primer guardián. La Encarnación y
la Redención constituyen una unidad orgánica e indisoluble en la que “el plan
de revelación se lleva a cabo con palabras y acciones que están intrínsecamente
unidas entre sí”. Por esta unidad el Papa Juan XXIII, gran devoto de San José,
pidió que el nombre de José se insertara en el Canon Romano de la Misa —que es
el memorial perpetuo de la redención— después del nombre de María y antes del
nombre de los apóstoles, papas y mártires (Redemptoris Custos, n.6).
Como discípulos de Jesús, nosotros también somos llamados a
ser guardianes del Misterio de Dios por medio de nuestra fe en las promesas de
Dios y de la forma en que vivimos nuestras vidas. Vivimos en un mundo cada vez
más globalizado e interconectado, influenciado fuertemente por puntos de vista
seculares y perspectivas no bíblicas. Estos puntos de vista prevalecerán aún más
a no ser que hablemos sin reservas, desenmascaremos las enseñanzas falsas y nos
convirtamos en heraldos del Evangelio. Las Escrituras son claras en cuanto a
que debemos estar preparados para comunicar la verdad del Evangelio cuando
tengamos oportunidad y hacerlo con caridad.
San José, Guardián del Misterio de
Dios, ora por mí para que pueda hacer lo que me corresponde y defienda el
misterio de la Redención y lo proclame a aquellos que Cristo pone en mi camino.
Reto diario:
¿Puedes identificar
las enseñanzas falsas del mundo secular de hoy en día que nos alejan de las
verdades de Dios? Identifica una que tal vez se haya infiltrado en tu
pensamiento o en el de algún familiar. Pide la sabiduría para ver de nuevo a
través de los ojos de la fe, busca recursos en una fuente católica confiable
para equiparte con una respuesta de fe y así decir la verdad en amor.
Reza la Letanía de San José.
LETANÍA
DE SAN JOSÉ
1.-Señor, ten piedad de nosotros. Se repite
2.-Cristo, ten piedad de nosotros.
3.-Señor, ten piedad de nosotros.
4.-Cristo, óyenos.
5.-Cristo, escúchanos.
6.-Dios, Padre celestial.
R. Ten piedad de nosotros.
7.-Dios Hijo, Redentor del mundo
8.-Dios Espíritu Santo
9.-Santa Trinidad, un solo Dios
10.-Santa María, R. Ruega por nosotros.
11.-San José
12.-Ilustre descendiente de David
13.-Luz de los patriarcas
14.-Esposo de la Madre de Dios
15.-Custodio purísimo de la Virgen,
16.-Nutricio del Hijo de Dios
17.-Diligente defensor de Cristo
18.-Jefe de la Sagrada Familia
19.-José justo
20.-José casto
21.-José prudente
22.-José fuerte
23.-José obediente
24.-José fiel
25.-Espejo de paciencia
26.-Amante de la pobreza
27.-Modelo de obreros
28.-Gloria de la vida doméstica
29.-Custodio de vírgenes
30.-Sostén de las familias
31.-Consuelo de los desdichados
32.-Esperanza de los enfermos
33.-Patrono de los moribundos
34.-Terror de los demonios
35.-Protector de la santa Iglesia
36.-Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo R. Perdónanos, Señor.
37.-Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo R. Escúchanos, Señor.
38.-Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo R. Ten piedad de nosotros.
39.-Lo nombró administrador de su casa.
R. Y señor de todas sus posesiones.
ORACIÓN
¡Oh Dios, que con inefable providencia te dignaste elegir a
San José para esposo de tu Santísima Madre!; te rogamos nos concedas tenerlo
como intercesor en el cielo, ya que lo veneramos como protector en la tierra.
Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
Oración para todos los días:
Glorioso San José, protector, modelo y guía de las
familias cristianas: Te ruego protejas a la mía. Haz reinar en ella el espíritu
de fe y de religión, la fidelidad a los mandamientos de Dios y de la Iglesia,
la paz y la unión de los hijos, el desprendimiento de los bienes temporales y
el amor a los asuntos del cielo. Dígnate velar sobre todos nuestros intereses.
Ruega al Señor que bendiga nuestra casa. Otorga la paz a la familia, acierto a
los hijos en la elección de estado. Concede a todos los miembros de nuestra familia
y de todas las familias de la tierra, la gracia de vivir y morir en el amor de
Jesús y de María. Amén.
TE SUPLICAMOS SAN JOSÉ:
1. De los males que nos amenazan, libra nuestras
familias.
2. De las discordias y roces, libra nuestras familias.
3. De las enfermedades y aflicciones, libra nuestras
familias.
4. De la tristeza y desesperanzas, libra nuestras
familias.
5. Del espíritu mundano, libra nuestras familias.
6. De los peligros de los falsos valores de hoy, libra
nuestras familias.
7. De la ausencia y el abandono de los padres, libra
nuestras familias.
8. De la inmoralidad matrimonial, libra nuestras
familias.
9. De las modas y costumbres escandalosas, libra
nuestras familias.
10. De la indiferencia y rebeldía religiosa, libra
nuestras familias.
11. De la liviandad y la deshonestidad, libra nuestras
familias.
12. De las amistades malas y peligrosas, libra
nuestras familias.
13. De la falta de amor, libra nuestras familias.
14. De las incomprensiones y falta de diálogo, libra
nuestras familias.
15. De la desunión y separaciones, libra nuestras
familias.
16. De los abortos y descuidos de la vida, libra
nuestras familias.
17. De la falta de fe, libra nuestras familias.
18. De las dificultades financieras, libra nuestras
familias.
19. De la falta de pan y de casa, libra nuestras
familias.
20. De las enfermedades y desgracias, libra nuestras
familias.
21. De la muerte eterna, libra nuestras familias.
22. San José, ruega por nosotros! Para que seamos
dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.
OREMOS:
Dios de bondad y misericordia, por intercesión de San
José, salva nuestras familias, haz que vivan unidas y firmes en el amor.
Así como las uniste en vida por la sangre, tu bondad
las reúna por la caridad en el Reino eterno. Amén.
Para terminar:
Oremos por el Santo Padre para que nos conduzca al triunfo del Inmaculado
Corazón de María y del Sagrado Corazón de Jesús:
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
San José, patrono de la Iglesia Universal, Ruega por
nosotros
†
En el nombre
del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
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