NOVENA A SANTIAGO
APÓSTOL
PERSIGNARSE
Por
la señal ✠
de la Santa Cruz, de nuestros ✠
enemigos, líbranos
Señor ✠ Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
ACTO DE CONTRICIÓN
Dios y Señor infinitamente
Misericordioso, sin cuyo auxilio nada podemos y nada valen nuestras obras,
dignaos, Señor, concedérmele, para que os sea agradable este culto que deseo
rendir a vuestro amado Discípulo y glorioso Patrón de España, a quien debemos
la Fe con que os adoramos los Españoles.
No miréis, Señor
piadosísimo, a la gravedad de mis culpas, que humildemente os confieso.
Perdonádmelas, Señor, por la Pasión y Muerte de vuestro Santísimo Hijo y
dulcísimo Redentor mío, por las lágrimas de su Purísima Madre, y por el
martirio de nuestro Apóstol, pues de todo corazón me pesa de haberos ofendido,
por ser quien sois infinitamente amable, poderoso y justo.
Quisiera antes morir que
haber agraviado a vuestra inmensa Majestad: propongo firmísimamente enmendarme
con vuestra gracia, que espero de vuestra misericordia, y hacer por ella todo
lo posible para vivir y morir como hijo de la Santa Madre Iglesia, y de mi
padre y maestro el Apóstol Santiago, y merecer alabaros con él eternamente en
la Gloria. Amén.
ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Fidelísimo Discípulo del
Divino Maestro Jesucristo, que mereciste os escogiese por una de las primeras
columnas de su Iglesia, y por fundador y Patrono de las de España, que por
vuestra predicación y merecimientos recibió la Fe Católica, y espera mantenerla
hasta el fin del mundo. ¡Oh Padre y protector de todos los fieles,
especialmente los Españoles, a quienes dejasteis por prenda de vuestro paternal
amor el tesoro preciosísimo de vuestro sagrado cuerpo gloriosamente depositado
en la magnífica Basílica de Compostela, a cuya espada debe España sus triunfos,
en cuyo Bordón tiene su seguro arrimo, y por cuyos respetos franquea Dios la
puerta de sus misericordias con tanta Indulgencia para la remisión de sus
culpas: Bendito seáis de todas las naciones naturales y extranjeras: aclamado
seáis y venerado de todas por ínclito Patrón nuestro.
Gózome, Santo mío, de que
de todas las partes del mundo concurran a venerar vuestras sagradas reliquias,
y os pido rendidamente me alcancéis parte de los merecimientos de tantos
devotos peregrinos, como con tanta fatiga, mortificación y penitencia buscan
vuestro amparo, y veneran vuestro patrocinio. Con todos ellos os amo, con ellos
os venero, y con ellos quisiera ir publicando por tantas partes del Orbe,
cuantas pasan en su dilatada peregrinación vuestras excelentes prerrogativas y
vuestro glorioso nombre. Confirmadme, Santo mío, en la Santa Fe que os debo, y
en el Santo temor de Dios que tanto necesito. Concededme del Todopoderoso el
favor que os pido en esta Novena, para tener ese motivo más de daros las
gracias en la Gloria. Amén.
ORACIÓN
DE CADA DÍA....
PRIMER DÍA A SANTIAGO APÓSTOL
Gloriosísimo Apóstol y amantísimo Patrón nuestro Santiago, que a la primera voz con que el Divino Maestro os llamó para discípulo suyo, os resolvisteis prontísimamente a seguirlo, abandonando con ánimo generoso las conveniencias y esperanzas del mundo, y aún a vuestro padre, por entregaros enteramente a la voluntad y servicio del Señor: infinitas gracias doy a su Majestad por este singular beneficio que os hizo, y a Vos os ensalzo y engrandezco por la puntualísima obediencia y fidelidad con que le habéis correspondido.
Bien veis, Santo mío, cuán metido me hallo en las redes de mis pasiones, preso de mi amor propio, y atado a mis temporales intereses, que me impiden seguir a Dios y atender a sus amorosos llamamientos.
Alcanzadme del Señor una alentada resolución como la vuestra, para romper estos lazos y desembarazarme de todos los cuidados que me estorben el servicio de Dios, y dadme una rendida atención a sus divinas inspiraciones para aplicarlas y obedecerlas, como Vos lo hicisteis.
Promoved y fomentad la Fe,
la Religión, y aun la felicidad temporal de la Iglesia, y particularmente de la
España que por Patrón os venera, para que amitándoos en seguir a Cristo acá en
la tierra, os acompañemos también en gozar de su vista en la Gloria. Amén.
Aquí se pedirá la gracia que se desea obtener, se rezarán tres
Padre nuestro y tres Ave María, en reverencia de la vocación, predicación y
martirio del Santo. Los gozos pueden ser rezados todos los días.
SEGUNDO DÍA A SANTIAGO APÓSTOL
Invictísimo Defensor de la Fe y señalado Patrón de España, a quien el Divino Jesús distinguió con el renombre de hijo del Trueno, profetizando los fogosos incendios de caridad con que había de consumir la idolatría en estos Reinos e ilustrarlos con la luz del Evangelio, añadid a ese imponderable beneficio el de alcanzarme de Dios eficaces auxilios para que así como Vos desempeñasteis con las obras el título que su Majestad os ha dado, verificándolo en las incansables fatigas de vuestro Apostólico celo, así yo desempeñe el nombre de cristiano, cumpliendo exactamente con las obligaciones que con Él he contraído para que en el día del juicio, en que habéis de recontar Nuestro rebaño, no me desconozcáis de oveja vuestra.
Lo mismo os pido para
todos los fieles, especialmente los españoles. No levantéis la mano del cuidado
de su salvación, que os costó tanto sudor. Conservadlos en paz exterior e
interior, siempre triunfantes de sus enemigos visibles e invisibles para mayor
gloria de Dios y vuestra, y para que seamos dignos de acompañaros en la Patria
celestial. Amén.
Aquí se pedirá la gracia que se desea obtener, se rezarán tres
Padre nuestro y tres Ave María, en reverencia de la vocación, predicación y
martirio del Santo. Los gozos pueden ser rezados todos los días.
TERCER DÍA A SANTIAGO APÓSTOL
Dichosísimo Apóstol, que por la fiel correspondencia a los favores del Todopoderoso Jesús os hicisteis digno de sus altas confianzas, y de que se acompañase de Vos para las obras de su Omnipotencia, llevándoos consigo para testigo de la portentosa resurrección de la hija de Jairo, yo os suplico rendidamente, por esta particular distinción que su Majestad hizo de Vos, presentéis al Señor mi pobre alma, quizá muerta por la culpa, o a lo menos lastimosamente débil y lánguida por su tibieza, para que su infinita piedad la resucite a la vida de la gracia, la fomente, e infunda un nuevo y vigoroso espíritu, con que en adelante le sirva con más fervor y más vivo deseo de su mayor honra.
Haced, amantísimo Patrón
nuestro, lo mismo con todos los infelices que están en pecado mortal,
solicitando de la Divina Clemencia una especial asistencia a estos Reinos de
España, para que en ellos florezca más y más la Fe, y la Religión que Vos le
enseñasteis, y para que nuestras almas respiren siempre aquel aliento que Vos
le comunicasteis, y lleguen vivas a la presencia del Señor y vuestra en la
gloria. Amén.
Aquí se pedirá la gracia que se desea obtener, se rezarán tres
Padre nuestro y tres Ave María, en reverencia de la vocación, predicación y
martirio del Santo. Los gozos pueden ser rezados todos los días.
CUARTO DÍA A SANTIAGO APÓSTOL
Dilectísimo Ministro de la
Majestad suprema de Dios y tan favorecido del Soberano Jesús, que no quiso en
la tierra manifestar la gloria de su maravillosa Transfiguración sin que vos
fueseis participante de ella, os suplico encarecidamente por aquel gozo que
tuvisteis en el Tabor, cuando visteis en él reducida a un breve Mapa la
Bienaventuranza eterna, que así como para subir a la cumbre, en que merecisteis
gozarla, os confundisteis con la abnegación de vos mismo, el desprecio del
mundo y una rendida obediencia a los Preceptos de Jesucristo, así por los
mismos medios me disponga para recibir del Señor una luz con que más claramente
conozca y contemple en esta vida sus perfecciones y altísimos Atributos, para
que más y más enamorado de aquella incomprensible hermosura, desprecie por ella
todas cuantas delicias me pueda ofrecer la tierra, y ponga todos mis cuidados
en conseguir las del Cielo. Amén.
Aquí se pedirá la gracia que se desea obtener, se rezarán TRES
PADRE NUESTRO Y TRES AVE MARÍA, en reverencia de la vocación, predicación y
martirio del Santo. Los gozos pueden ser rezados todos los días.
QUINTO DÍA A SANTIAGO APÓSTOL
Benignísimo Padre y Patrón
nuestro, tan tiernamente amado del Salvador del mundo, que no quiso apartaros
de su lado en las agonías que padeció en el Huerto, y le debisteis la dulce
Piedad de disimularos que estuvieseis durmiendo, mientras su Majestad,
desangrándose en sudor copioso, estaba orando; yo os suplico humildemente, que
así como vos, recobrado de aquel sueño supisteis pagar al Señor aquel descanso
con las fatigas, desvelos y sudores de vuestro Apostólico ministerio; hasta dar
la vida por Él, que la había dado por vos,
así yo, considerando la gran pérdida de tiempo que diariamente hago en
estar dormido para el cuidado de mi alma, y demasiadamente despierto para los
del mundo, abra desde ahora con vuestro ejemplo los ojos, para ver cuán lejos
voy del camino que me habéis enseñado, y conciba un propósito eficacísimo de
desvelarme más por mi salvación y no perdonarme fatiga ni sudor alguno, que me
conduzca para el bien espiritual de mi alma, por no degenerar de hijo vuestro y
merecer por vos, y con vos, el eterno descanso. Amén.
Aquí se pedirá la gracia que se desea obtener, se rezarán tres
Padre nuestro y tres Ave María, en reverencia de la vocación, predicación y
martirio del Santo. Los gozos pueden ser rezados todos los días.
SEXTO DÍA A SANTIAGO APÓSTOL
Esforzadísimo Campeón de la Iglesia, animosísimo Santiago, a cuyo generoso espíritu encomendó el Supremo Rey la ardua empresa de hacer frente a la judaica perfidia, y sujetar a la Divina Ley la gentílica protervia de toda España, infinitas gracias os doy por la animosidad y la fortaleza con que habéis cumplido con este soberano encargo, y por lo mismo os suplico rendidamente, que así como plantasteis en estos Reinos la Fe y la verdadera Religión de Jesucristo, así en ellos, y particularmente en mí, cuidéis de conservarla y promoverla. No ignoráis, Santo mío, que en mí, y quizá en muchísimos, está muy apagada (o como muerta) la Fe por falta de obras dignas del carácter de legítimos hijos vuestros. No se pierda, amantísimo Padre, vuestro trabajo. No os avergoncemos con nuestro indigno proceder.
Sacad la Espada contra nuestros rebeldes apetitos, que nos tienen en peor cautiverio que los moros. Rescatadnos de la mísera esclavitud de nuestras pasiones, bárbaramente dominantes.
Convertidnos, celosisimo
Operario, de nuevo, para que la penitencia y el continuo ejercicio de las
virtudes acrediten que somos de la Bandera del Grande Apóstol Santiago, así en
la Militante, como en la Triunfante Iglesia. Amén.
Aquí se pedirá la gracia que se desea obtener, se rezarán tres
Padre nuestro y tres Ave María, en reverencia de la vocación, predicación y
martirio del Santo. Los gozos pueden ser rezados todos los días.
SÉPTIMO DÍA A SANTIAGO APÓSTOL
Afortunadisimo Apóstol, tan favorecido de la Soberana Reina del Cielo, María Santísima, que le merecisteis, aun estando ella en esta vida, viniese en persona desde Jerusalén a España a visitaros, fortaleceros y significaros que era gusto de Dios y suyo le erigieseis en Zaragoza un Templo, que fue el primero que en el Orbe Cristiano se vio consagrado a la verdadera única Deidad, y a la que le dio el humano Ser; yo os suplico por el mérito y el consuelo que tuvisteis en ejecutar tan dulce y tan honroso precepto, consagréis también mi corazón en Templo de María Santísima, y le hagáis firmísima Columna sobre la cual esté siempre dignamente colocada y servida de mis potencias y sentidos, como amabilísima Madre, y poderosísima Señora.
Haced, tiernísimo devoto
de esta gran Reina, que todos os imitemos en amarla y en servirla, para que así
como se dignó visitaros en vida, así en ella, y en la hora de nuestra muerte
nos visite, y asista hasta ponernos seguros en la Gloria. Amén.
Aquí se pedirá la gracia que se desea obtener, se rezarán tres
Padre nuestro y tres Ave María, en reverencia de la vocación, predicación y
martirio del Santo. Los gozos pueden ser rezados todos los días.
OCTAVO DÍA A SANTIAGO APÓSTOL
Constantísimo soldado de Jesucristo, que por servirle leal y valerosamente, no sosegasteis hasta derramar gustosamente vuestra sangre, y rendir por Él vuestra cabeza al cuchillo, yo os engrandezco y alabo por esa heroica constancia; y os suplico rendidamente me alcancéis la que necesito, para estar pronto a perder antes mil vidas que faltar a la ley que debo a mi Dios y mi Criador. Y pues vuestro celo fue tanto, que aun cuando os llevaba al suplicio, tuvisteis compasión de un paralítico dándole perfecta salud, y orasteis a Dios tan eficazmente por vuestro declarado perseguidor Josías, que le hicisteis tan amigo vuestro, que logró a vuestro lado la corona del martirio; miradme, Santo mío, con ojos de igual piedad.
En mi alma, y en las de
otros hay mucho que sanar, y no hay poco que convertir. Sanadnos, Patrón
amable, y convertidnos. Alentad nuestro espíritu y confortadlo, para resistir
firmemente los combates del enemigo, y perder cuando sea necesario, honra, vida
y hacienda, antes que perder la gracia, perseverando siempre en ella, hasta
poseer la Gloria. Amén.
Aquí se pedirá la gracia que se desea obtener, se rezarán tres
Padre nuestro y tres Ave María, en reverencia de la vocación, predicación y
martirio del Santo. Los gozos pueden ser rezados todos los días.
NOVENO DÍA A SANTIAGO APÓSTOL
Suavísimo Bienhechor y Padre de los Españoles, que en vuestra última disposición, conforme a la del Altísimo, a la que siempre os arreglasteis, tuvisteis con ellos la Paternal atención de dejarles el preciosísimo legado de vuestro sagrado Cuerpo, queriendo tuviese en Compostela su descanso, su Sepulcro y su Solio, para moveros por esta sagrada prenda a continuarnos nuestra poderosa protección: yo os alabo, os magnifico y os rindo las gracias por esta particularísima seña de vuestro amor a los Españoles. ¿Con qué os pagaremos, Patrón amabilísimo, este imponderable favor? ¡Oh, si supiésemos estimarlo! ¡Oh, sí acertásemos a darle aquel culto puro y aquella álgida veneración que nos merece! No permitáis, Santo mío, en vuestros vasallos, y en los felicísimos herederos y poseedores de vuestras Sagradas Reliquias el feísimo vicio de la ingratitud.
Todo el mundo os ame, os reverencie y os ensalce; pero nosotros sobre todos. Dadnos, Apóstol prodigioso, una humilde confusión de ver lo poco que hacemos en culto vuestro, a vista de lo que tantos de tan distintas Naciones ejecutan por lograr el consuelo de tocar respetuosamente las losas de vuestra Apostólica Basílica.
Haced que conmutemos las
penalidades y gastos de la peregrinación de otros en obras de mortificación y
caridad, especialmente con los mismos peregrinos, y últimamente proteged
vuestra España; prosperad sus Monarcas, aumentad sus victorias, para que reine
hasta el fin del mundo en nosotros la Fe, la Religión y la gracia de Dios, que
por su infinita misericordia nos lleve a acompañaros en la eterna Patria. Amén.
Aquí se pedirá la gracia que se desea obtener, se rezarán tres
Padre nuestro y tres Ave María, en reverencia de la vocación, predicación y
martirio del Santo.
Los gozos pueden ser rezados todos los días.
GOZOS A SANTIAGO APÓSTOL
(Con su
antífona)
Santiago, Apóstol glorioso
De la España esclarecida
En la muerte y en la vida
Sed nuestro Patrón
piadoso.
Al punto que habéis oído
A Jesús que os ha llamado,
Del mar del mundo
arriesgado,
Las redes echáis a olvido:
A su interés engañoso
Disteis pronta despedida.
En la muerte y en la vida
Sed nuestro Patrón
piadoso.
Viendo que de celo lleno,
Serías Rayo inflamado,
Y Jesús os dio el señalado
Título de hijo del Trueno:
De nombre tan misterioso
Se vio la verdad cumplida.
En la muerte y en la vida
Sed nuestro Patrón
piadoso.
El secreto os confió,
Señal de su amor bien
fija,
Cuando a la difunta hija
De Jairo resucitó:
Así premia amoroso
Vuestra lealtad conocida.
En la muerte y en la vida
Sed nuestro Patrón piadoso.
Cuando en el Tabor notoria
Hizo su inmensa grandeza,
Parte quiso su fineza
Daros en aquella gloria:
Para todo lance honroso
Su dignación os convida.
En la muerte y en la vida
Sed nuestro Patrón
piadoso.
De su agonía en el Huerto,
Por testigo os ha escogido,
Siendo, estando Vos
dormido,
Su amor con Vos más
despierto:
No hay sudor, ni afán
penoso,
Que de estimaros le
impida.
En la muerte y en la vida
Sed nuestro Patrón
piadoso.
Digno vuestro valor fue
De que os fiase la hazaña
De conquistar toda España,
Para el reino de la Fe:
Dejasteis, Rayo fogoso,
La gentilidad rendida.
En la muerte y en la vida
Sed nuestro Patrón
piadoso.
Por premiar vuestros
desvelos
Desde Jerusalén fina
Vino a España peregrina
La Emperatriz de los
Cielos:
Templo le hicisteis famoso,
Que acredita su venida.
En la muerte y en la vida
Sed nuestro Patrón
piadoso.
Después de tanta proeza,
De los Apóstoles fuisteis
El primero que ofrecisteis
Por la Fe vuestra cabeza:
Lleváis en esto dichoso
Primacía distinguida.
En la muerte y en la vida
Sed nuestro Patrón
piadoso.
Vivo siempre en la caricia
Con que la queréis honrar,
Muerto ya, le volvió a dar
Vuestro cuerpo alma a
Galicia:
No hay con honor tan
glorioso,
Nación más engrandecida.
En la muerte y en la vida
Sed nuestro Patrón piadoso.
Santiago, Apóstol glorioso
De la España esclarecida
En la muerte y en la vida
Sed nuestro Patrón
piadoso.
Antífona: Oh Bienaventurado Apóstol, que escogido entre los primeros fuiste el primero de los Apóstoles que mereciste beber el Cáliz del Señor. Oh glorioso reino de España, fortalecido con tal Patrón, y enriquecido con la prenda de su Santo Cuerpo, por cuya intercesión te hizo tan grandes favores el Todopoderoso.
℣. Ruega por nosotros, Bienaventurado
Santiago.
℟. Para que seamos dignos de las promesas de Jesucristo.
ORACIÓN FINAL
Señor, santificad y proteged a vuestro pueblo, a fin de que ayudado por la asistencia de vuestro Apóstol Santiago, os sea agradable por su conducta y os sirva en perfecta tranquilidad de espíritu. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
℣.
Nuestra Señora del Pilar.
℟.
Ruega por nosotros.
℣. María,
Reina de los apóstoles.
℟.
Ruega por nosotros.
℣.
Santiago Apóstol.
℟.
Ruega por nosotros.
En
el nombre del Padre, y del Hijo ✠,
y del Espíritu
Santo. Amén.
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