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SANTORAL LITÚRGICO

El Niño Dios a nacido en Belén

HIMNO A SAN JOSÉ

HIMNO A SAN JOSÉ

Hoy a tus pies, ponemos nuestra vida; Hoy a tus pies, ¡Glorioso San José! Escucha nuestra oración, Y por tu intercesión, Obtendremos, la paz del corazón; En Nazaret, junto a la Virgen Santa, En Nazaret ¡Glorioso San José! Cuidaste al niño Jesús, Pues por tu gran virtud, Fuiste digno custodio de la luz. Con sencillez humilde carpintero; Con sencillez ¡Glorioso San José! Hiciste bien tu labor, obrero del Señor, Ofreciendo, trabajo y oración. Tuviste fe, en Dios y su promesa; Tuviste fe, ¡Glorioso San José! Maestro de oración, alcanzarnos el don, De escuchar, y seguir la voz de Dios:

viernes, 23 de abril de 2021

LOS SIETE DOLORES Y GOZOS DE SAN JOSÉ - Con Reflexiones -

 

 

 

LOS SIETE DOLORES Y GOZOS DE SAN JOSÉ

- Con Reflexiones -

 

        Siguiendo una antigua costumbre, la Iglesia invita a preparar la fiesta de  San José, el día 19 de marzo, haciendo memoria a lo largo de los siete domingos anteriores a esa fiesta (comienza, pues, el último domingo de enero o el primero de febrero) de los principales gozos y dolores de su vida. Aunque, lógicamente, esta devoción puede vivirse en cualquier otro momento.

 

     El Beato Jenaro Sarnelli (1702-1744), discípulo de San Alfonso María de Ligorio, fue quien inició esta piadosa devoción a San José, a la que los Papas Gregorio XVI (1831-1846) y Pío IX (1846-1878) enriquecieron con diversas indulgencias. Se consigue indulgencia plenaria cada domingo, aplicable a las almas del purgatorio, si se medita el misterio de gozo y dolor del domingo correspondiente y se contemplan los otros seis (además de las condiciones habituales de comunión, confesión y un tiempo de oración por el Papa y las necesidades de la Iglesia).

 

Por la señal de la santa cruz,...

 

PRIMER DOLOR

"Estando desposada su madre María con José,  antes de vivir juntos se halló que había concebido en su seno por obra del Espíritu Santo" (Mt 1,18)


José se sabía verdaderamente afortunado por haber encontrado a María, una mujer que pensaba como él y tenía a Dios como valor más importante de su vida. Reconoce y agradece los designios de la Providencia divina. Pero según las costumbres judías, el 'desposorio' que duraba aproximadamente año o año y medio, no llevaba consigo la vida común. Ésta comenzaba después de ese período de tiempo, cuando el esposo la llevaba a su propia casa.


José, en medio de su deseo por agradar a Dios y amar a su esposa, observa con sorpresa que María espera un niño. ¿Qué significa aquello? María era una mujer muy especial y en ese momento sospecha que algo grande ha debido suceder; algo que no era capaz de entender. El corazón de José se inunda de pena y, sin difamarla, decide repudiarla en secreto. Es un desgarro para él dejar a la persona de quien está enamorado; tener que desaparecer. El primer dolor en su joven vida. Es una hora difícil. Duda y angustia se entremezclan en él.


PRIMER GOZO

"El ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, pues lo concebido en ella es del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús" (Mt 1,20-21).


El dolor se trastocó en gozo, la tristeza en alegría. A José se le hace entender que María ha concebido virginalmente y que no sólo no debe abandonarla, sino que, siendo su esposo, el Salvador nacerá en el seno de una familia, de la cual él será el padre, pues debe poner el nombre al Niño. Gozo inmenso al conocer su misión: cuidar al Mesías prometido. Se le pide no separarse de Jesús ni de María. El dolor ha dado paso a la alegría desbordante y se va corriendo a contar a su esposa lo que acaba de descubrir: su vocación.


Antes José se sentía afortunado, pero al comprender los planes divinos siente una alegría mayor. José mira con inmenso cariño a María y agradece a Dios haberle escogido a él para contemplar y participar en tales sucesos divinos.


   Por este dolor y gozo te pedimos nos des firmeza en la fe y gran amor a tu divina Esposa.

Padre nuestro, Avemaría y Gloria.

V. San José, protector nuestro.

R. Ruega por nosotros.

 


SEGUNDO DOLOR

"Vino a los suyos, y los suyos no le recibieron" (Jn 1,11).


El carpintero de Nazaret debió haber preparado la mejor de las cunas para el Hijo de Dios. Pero un decreto del emperador Augusto, ordenando que se empadronase todo el Imperio, cambia sus planes. Deben bajar a Judea, concretamente a Belén, puesto que descienden de la casa de David. Su afán por encontrar lugar apropiado, dada la situación en que se encuentra María, no tiene éxito. José se entristece en este segundo dolor, pero no se amilana.


Conocedor de la geografía betlenita, encuentra una gruta a las afueras de Belén. Todo es providencial para el alumbramiento de María, aunque la pobreza sea la luz bajo la cual hay que contemplar el Nacimiento del Redentor. Unos pañales, un pesebre... eso es todo. Pobreza que hace sufrir igualmente a José.


SEGUNDO GOZO

"(Los pastores) fueron deprisa y encontraron a María, a José y al niño reclinado en el pesebre" (Lc 2,16).


Cuando nace un niño se olvidan los sufrimientos porque ahí delante, sonriendo, está ese don del cielo que es la vida humana. José, además, tiene delante de sí al Hijo de Dios. Siente la alegría de tener a Dios cerca, muy cerca.


Van llegando unos pastores que, por indicación de ángeles, quieren ver al Salvador. El canto de miles de coros angélicos envuelve las voces de los pastores, manifestando que es fiesta en el cielo y en la tierra. José y María se admiran, y con el gozo consecuente, meditan estas cosas en su corazón.


Por este dolor y gozo alcánzanos del cielo el florecer de las cosas de la tierra y una gran ternura hacia el niño Jesús recién nacido.

Padrenuestro, Ave María y Gloria.

V. San José, protector nuestro.

R. Ruega por nosotros.

 

TERCER DOLOR

"Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidarle, le pusieron por nombre Jesús, como lo había llamado el ángel antes de que fuera concebido en el seno materno" (Lc 2,21).


Los niños judíos eran circuncidados a los ocho días de nacer. Era un modo concreto de insertarse en el pueblo, derramando la primera sangre. Significaba la unión con la Alianza hecha por Dios con Abraham.


San José cumple este primer deber religioso de padre y, con el rito de la circuncisión, ejerce su derecho sobre Jesús. Las primicias de esta sangre apuntan de algún modo a la Alianza Nueva que el mismo Salvador realizará con su muerte en cruz. Este derramamiento de sangre ahora, repercutió dolorosamente en el corazón de San José.


TERCER GOZO

"Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados" (Mt 1,21).


San Mateo en su evangelio consigna que corresponde a José imponer el nombre a Jesús. Con ello se declara, por una parte, su paternidad legal; y, por otra, se designa la misión salvadora que tiene el hijo que nacerá de su esposa. Jesús es un vocablo hebreo cuyo significado es "Yavé salva". Jesús será, pues, el Salvador. Es el nombre que María y José repetirán frecuentemente en el hogar de Nazaret. Pero este Niño no va a suprimir todos los males que aquejan a la humanidad, porque mientras haya pecado habrá sufrimiento, pero desde con Jesús este sufrimiento podrá servir de purificación y de corredención.


Toda la vida de Jesús será camino de salvación, y especialmente en la Cruz y la Resurrección se abrirán las compuertas de las aguas de la salvación. El nombre confiado a José por el ángel muestra esta realidad. Con extraordinario gozo cumplió la orden de ponerle el nombre el humilde José.


Por este dolor y gozo enséñanos a extirpar de nosotros todo vicio y afición desordenada y a invocar con frecuencia el nombre Santísimo de Jesús. Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

V. San José, protector nuestro.

R. Ruega por nosotros.

 

CUARTO DOLOR

"Simeón los bendijo, y dijo a María, su madre: Mira, éste ha sido puesto... como signo de contradicción... para que se descubran los pensamientos de muchos corazones" (Lc 2,34-35).


La Presentación de Jesús en el Templo es para los orientales la 'fiesta del Encuentro'. Jesús es presentado en brazos de María y José. Como manda la Ley de Moisés, ofrecen dos tórtolas (la ofrenda propia de las personas más pobres). Se encuentran con Simeón, hombre justo. Éste anuncia a María y a José lo que habrán de sufrir aquellos que quieran estar con Jesús. Serán perseguidos por causa de la justicia, por vivir conforme a la verdad. Y a María se le augura que su alma será traspasada por una espada de dolor.


José sufre por la dureza de los corazones de tantos que no admiten ni a Jesús, por aquellos que buscan su felicidad egoístamente. Y sufre por cuantos son maltratados por cumplir la voluntad de Dios.


CUARTO GOZO

"Porque han visto mis ojos tu salvación, la que preparaste ante todos los pueblos; luz para iluminar a las naciones" (Lc 2,30-31).


San Lucas presenta al anciano Simeón como 'hombre justo y piadoso', hombre de fe viva. Impulsado por el Espíritu, se acerca al Templo. Este anciano debió pertenecer a los círculos religiosos jerosolimitanos que esperaban con ansia la próxima venida del Mesías. Simeón agradece a Dios haber podido ver al Mesías antes de morir. En ese niño ha descubierto al Mesías. Inundándose de gozo, proclama un cántico de acción de gracias.


Si la espada anunciada a María entristeció a José, ahora se regocija con Simeón, ya que en Jesús se nos oferta la salvación universal.


Por este dolor y gozo ayúdanos a comprender el significado que tiene para nosotros el sufrimiento y únenos con Cristo por medio del dolor. Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

V. San José, protector nuestro.

R. Ruega por nosotros.

 

QUINTO DOLOR

"El ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: Levántate, toma al niño y a su madre, y huye a Egipto, y estate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo" (Mt 2,13).


José, cabeza de familia y tutor del niño, recibe un duro anuncio de parte del ángel. Debe huir sin pérdida de tiempo y emprender viaje hacia Egipto. Sin seguridad alguna, sin saber cuánto duraría el destierro.


La Sagrada Familia se siente perseguida a causa del Niño. Se convierten en emigrantes en busca de refugio. No se puede precisar el lugar exacto donde estuvieron, pero en el país del Nilo había bastantes colonias de judíos. Huir en la noche; salir de su tierra temiendo la persecución.


QUINTO GOZO

"Y estuvo allí hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliera lo que dice el Señor por el profeta: De Egipto llamé a mi hijo" (Mt 2,15).


Sin saberlo José, se están cumpliendo las Escrituras Sagradas. No conoce hasta cuándo tienen que estar en Egipto. De momento está viviendo donde Dios quiere, como Dios quiere, con quien Dios quiere, hasta que Dios quiera. Procurando trabajar y entablar amistades, santificando lo que tiene que hacer en esos momentos. Es una familia misionera que tiene a Dios consigo.


Por este dolor y gozo enséñanos a abandonar todas las cosas de la tierra con tal de conservar en nuestro corazón a Cristo y danos el privilegio de ser, en alguna forma, apóstoles de Cristo.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

V. San José, protector nuestro.

R. Ruega por nosotros.

 

SEXTO DOLOR

"Él se levantó, tomó al niño y a su madre y regresó a la tierra de Israel. Pero al oír que Arquelao reinaba en Judea en lugar de su padre Herodes, temió ir allá" (Mt 2,21-22).


José, obediente como siempre a la voz de Dios, se dispone a regresar a su tierra. Dado que al frente de Judea está Arquelao, tan cruel como su padre, se dirigió hacia el Norte, siguiendo el camino de la costa para quedarse en la Galilea de los gentiles, de donde salió para empadronarse en Belén. Aunque camina contento, está preocupado por solucionar los problemas de cada día, por evitar los peligros del camino. Y no descansará tranquilo hasta el final del viaje. Finalmente, se estableció en Nazaret, donde Jesús habría de pasar escondido la mayor parte de su vida.

Quedarse en los dominios de Arquelao, hubiera sido una amenaza constante para el niño Jesús. Dios no ahorra al santo patriarca el miedo ni el dolor. Pero el plan de Dios se cumplirá.


SEXTO GOZO

"Y fue a vivir a una ciudad llamada Nazaret, para que se cumpliera lo dicho por los profetas: será llamado Nazareno" (Mt 2,23).


Hoy todos los caminos de Tierra Santa llevan a Nazaret. Pero entonces, aunque Lucas la denomina ciudad, Nazaret era una aldea casi desconocida. Ni siquiera Flavio Josefo, buen conocedor de la geografía palestina, la menciona. allí Jesús llevará una vida humilde, escondida a los ojos del mundo. En Nazaret estableció José de nuevo su taller de artesano. Jesús, todavía niño, juega con las virutas de serrín; aprende a moverse entre clavos y maderos para el momento de la redención.

José regresa con gozo a su tierra; goza porque Dios ha querido que sea artesano, padre y esposo. Porque, precisamente en medio de esas tareas, él está con Jesús y con la Virgen María. Trabajar satisface humanamente, es medio de subsistencia, sirve para sacar adelante la familia.


Por este dolor y gozo te suplicamos nos hagas cautelosos y prudentes en el servicio de Dios y nos alcances un día la dicha de ir al cielo, nuestra verdadera Patria.

 Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

V. San José, protector nuestro.

R. Ruega por nosotros.

 

SÉPTIMO DOLOR

"Le estuvieron buscando entre los parientes y conocidos, y al no hallarle, volvieron a Jerusalén en su busca" (Lc 2,44-45).


Jesús adolescente, en la primera vez que peregrina al Templo, se queda en Jerusalén, sin decir nada a sus padres. La angustia para José y María fue grande. Se sienten responsables de la pérdida. Tienen como misión custodiar al niño y lo han perdido. Los niños tenían libertad de movimientos; era natural que fuera en alguno de los grupos un tanto desordenados de la caravana.


José y María preguntaron a unos y a otros. Nadie sabía nada. Tres días que se hacían larguísimos. El séptimo dolor de José lo comparte igualmente María.

 

SÉPTIMO GOZO

"Al cabo de tres días lo hallaron en el Templo, sentado en medio de los doctores, escuchándoles y haciéndoles preguntas" (Lc 2,46).


Tras la penosa búsqueda, llegó el feliz encuentro. Y el gozo correspondiente. María, impulsada por el amor de madre, le manifestó la pena que tenían ambos por ignorar su paradero. Jesús responde de una manera que sus padres no logran comprender del todo: '¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en las cosas de mi Padre?'.


En esta respuesta excepcional, Jesús llama a Dios su Padre, con propiedad y exclusividad únicas. Es consciente de su obra mesiánica. Su 'misión' es estar en las cosas de su Padre. María guardará estas palabras en su corazón y las comprenderá más tarde.


Por este dolor y gozo, te pedimos una infatigable solicitud por buscar a Cristo cuando lo hayamos perdido por el pecado y también de instruirnos con sus ejemplos y enseñanzas evangélicas. Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

V. San José, protector nuestro.

R. Ruega por nosotros.

 

Para terminar:

Oremos por el Santo Padre y las necesidades de la Iglesia, para que nos conduzca al triunfo del Inmaculado Corazón de María y del Sagrado Corazón de Jesús:

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

 

San José, patrono de la Iglesia Universal, Ruega por nosotros

 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.



 


lunes, 29 de marzo de 2021

El Papa convoca el Año especial de la familia

 


El Papa convoca el Año especial de la familia


El Papa Francisco convoca el Año especial dedicado a la familia, que se inaugurará el 19 de marzo de 2021, quinto aniversario de la publicación de la Exhortación Apostólica Amoris Laetitia. Precisamente a partir de la celebración de este aniversario, el Santo Padre ofrecerá a la Iglesia la oportunidad de reflexionar y profundizar en el riquísimo contenido de la Exhortación Apostólica, fruto de un intenso camino sinodal, que aún continúa a nivel pastoral.


La iniciativa, que lleva el nombre de Año «Familia Amoris Laetitia» (www.amorislaetitia.va) y que estará marcada por propuestas e instrumentos pastorales que se pondrán a disposición de las realidades eclesiales y de las familias, concluirá con la celebración del X Encuentro Mundial de las Familias en Roma, en junio de 2022.


Descargar información del proyecto en PDF


Año de la «Familia Amoris Laetitia»

El año de la «Familia Amoris Laetitia» es una iniciativa del Papa Francisco que se propone llegar a todas las familias del mundo a través de propuestas espirituales, pastorales y culturales que se podrán llevar a cabo en las parroquias, diócesis, universidades, movimientos eclesiales y asociaciones familiares. El objetivo es ofrecer a la Iglesia oportunidades de reflexión y profundización para vivir concretamente la riqueza de la exhortación apostólica Amoris Laetitia.

La experiencia de la pandemia ha puesto de relieve el papel central de la familia como Iglesia doméstica y la importancia de los lazos comunitarios entre las familias, que hacen de la Iglesia una «familia de familias» (AL 87).

Esta merece un año de celebraciones para que sea puesta en el centro del compromiso y del cuidado de cada realidad pastoral y eclesial.


Los objetivos

      Difundir el contenido de la exhortación apostólica Amoris Laetitia, para hacer experimentar que el Evangelio de la familia es alegría que «llena el corazón y la vida entera» (AL 200).

      Anunciar que el sacramento del matrimonio es un don y tiene en sí mismo una fuerza transformadora del amor humano. Para ello es necesario que los pastores y las familias caminen juntos en una corresponsabilidad y complementariedad pastoral entre las diferentes vocaciones en la Iglesia (Cf. AL 203).

      Hacer a las familias protagonistas de la pastoral familia. Para ello se requiere «un esfuerzo evangelizador y catequístico dirigido a la familia» (AL 200), ya que una familia discípula se convierte también en una familia misionera.

      Concienciar a los jóvenes de la importancia de la formación en la verdad del amor y el don de sí mismos, con iniciativas dedicadas a ellos.

      Ampliar la mirada y la acción de la pastoral familiar para que se convierta en transversal, para incluir a los esposos, a los niños, a los jóvenes, a las personas mayores y las situaciones de fragilidad familiar.


Iniciativas y recursos

Aquí se describen algunas de las iniciativas. La invitación, dirigida a todas las   comunidades,   es   a   participar, y a  convertirse   en   protagonistas con otras propuestas a  implementar en la propia Iglesia local (diócesis, parroquias, comunidades eclesiales).

      Fórum « ¿Dónde estamos con Amoris Laetitia? Estrategias para la aplicación de la exhortación apostólica   del   Papa   Francisco», del 9 al 12 de junio de 2021, con los responsables de las delegaciones de pastoral familiar de las conferencias episcopales, movimientos y asociaciones familiares internacionales.

      Proyecto «10 Videos Amoris Laetitia»: el Santo Padre explicará los capítulos de la exhortación apostólica, junto con las familias que darán testimonio de algunos aspectos de su  vida  cotidiana.  Cada mes  se difundirá un vídeo para despertar el  interés  pastoral  por  la   familia en las diócesis y parroquias de todo el mundo.

      # lam Church : difusión de algunos videos testimoniales sobre el protagonismo eclesial y la fe de las personas con discapacidad.

      «En camino con las familias»: 72 propuestas pastorales concretas para caminar con las familias inspirándose en Amoris Laetitia. Con vistas al X Encuentro Mundial de las Familias en Roma 2022, se invitan a las diócesis y a las familias de todo el mundo a difundir y profundizar las catequesis que serán distribuidas por  la  diócesis  de  Roma  y a comprometerse con iniciativas pastorales en este sentido.


En camino con las familias

Itinerarios con las familias para poner en práctica Amoris Laetitia

1.    Reforzar la pastoral de preparación al matrimonio con nuevos itinerarios catecumenales a nivel de diócesis y parroquias (cf. AL 205-222) para ofrecer una preparación remota, próxima e inmediata al matrimonio y un acompañamiento de las parejas en los primeros años de matrimonio. Un compromiso confiado de manera especial a los matrimonios que, junto con los pastores, se convierten en compañeros de viaje de los prometidos y de las parejas de recién casados.

2.    Potenciar la pastoral de acompañamiento de los matrimonios con encuentros de profundización y momentos de espiritualidad y oración dedicados a ellos para adquirir conciencia del don y de la gracia del sacramento nupcial {cf. AL 58 ss. y 223-230).

3.    Organizar encuentros para los padres sobre la educación de sus hijos y sobre los desafíos más actuales (cf. AL172 ss. y 259-290). Respondiendo a las indicaciones del Papa Francisco a los padres para tratar de comprender «dónde están sus hijos en su camino» (cf. AL 261).

4.    Promover encuentros de reflexión e intercambio sobre la belleza y las dificultades de la vida familiar (cf. AL 32 ss. y 89 ss.), para impulsar el reconocimiento del valor social de la familia, y la realización de una red de pastores y familias capaces de hacerse cercanos en las situaciones de dificultad a través del anuncio, el compartir y el testimonio.

5.    Intensificar el acompañamiento de las parejas en crisis (cf. AL 232 ss.) para sostener y formar en una actitud resiliente que les lleve a ver las dificultades como oportunidades, para crecer en el amor y hacerse más fuertes.

6.    Insertar a los matrimonios en las estructuras diocesanas y parroquiales para potenciar la pastoral familiar (cf. AL 86-88) y la formación de los agentes de pastoral, de los seminaristas y sacerdotes para que estén a la altura de los desafíos actuales (cf. AL 202 ss.) y colaboren con las familias. Para ello será importante hacer funcionar la reciprocidad entre la «familia-Iglesia doméstica» y la Iglesia {AL 200), para que se descubran y valoren como un don insustituible la una para la otra.

7.    Promover en las familias su natural vocación misionera (cf. AL 201, 230 y 324) creando momentos de formación para la evangelización e iniciativas misioneras (p. ej. con ocasión de la formación para los sacramentos de los hijos, matrimonios, aniversarios o momentos litúrgicos importantes).

8.    Desarrollar una pastoral de las personas mayores (cf. AL 191-193) que tenga como objetivo superar la cultura del descarte y la indiferencia y promover propuestas transversales en relación con las diferentes edades de la vida, haciendo que las personas mayores sean también protagonistas de la pastoral comunitaria.

9.    Involucrar a la pastoral juvenil con iniciativas para reflexionar y confrontarse con temas sobre la familia, el matrimonio, la castidad, la apertura a la vida, el uso de los medios de comunicación social, la pobreza, el respeto por la creación (cf. AL 40). Es necesario poder despertar el entusiasmo y mejorar la capacidad de los jóvenes para comprometerse plenamente con los grandes ideales y los desafíos que éstos implican. Este año se debe prestar especial atención a los niños para que conozcan el Año de la «Familia Amoris Laetitia» y las iniciativas propuestas.

10.  Promover la preparación del X Encuentro Mundial de las Familias con las catequesis y caminos formativos que, a través de diversas etapas y experiencias, acompañen a las familias hacia el Encuentro con el Santo Padre.

11.  Lanzar   iniciativas de acompañamiento y discernimiento para las familias heridas (cf. AL 50 ss., 241 ss. y 291 ss.). para ayudarlas a descubrir y poner en práctica la misión que tienen en su familia y en su comunidad, a partir del Bautismo.

12.  Organizar grupos en las parroquias y comunidades para reuniones de profundización sobre «Amoris Laetitia», con el fin de sensibilizar sobre las oportunidades pastorales concretas que se presentan en las distintas comunidades eclesiales (cf. AL 199 ss.).




sábado, 6 de marzo de 2021

ROSARIO A SAN JOSÉ DE 7 MISTERIOS CON LA SALVE JOSÉ

 

 

SANTO ROSARIO A SAN JOSÉ 

DE 7 MISTERIOS CON LA SALVE JOSÉ

“San José lo veía como un planeta que, después de María, resplandecía más que todos. (Isabel Vendramini Instr. N. 17)

 

CANTO: labora y canta la esposa del carpintero y el mundo entero sonríe y canta también. (Repetir 2 veces)


GUÍA: Meditemos en este rosario de oración a San José, sobre su vida, su fidelidad a Dios, su vida interior, su misión de esposo de María y de Padre adoptivo del Hijo de Dios. 

 

PRIMER MISTERIO:

Dios escoge a José como padre de Jesús y como esposo virginal de María


  * Este misterio lo ofrecemos por los jóvenes, para que siempre sean abiertos a las llamadas y a la vocación que Dios les confía.

1 Padre nuestro, 5 Salve José y 1 Gloria


Padre nuestro

V. Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

R. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.


DIOS TE SALVE, JOSÉ

 V.- Dios te salve José, custodio del Redentor y esposo purísimo de María: Tú eres el hombre justo y obediente a la voluntad del Padre. Bendito el Señor, que te confió a sus tesoros: Jesús y María.

R.- Ruega por nosotros, glorioso San José, para que siguiendo tu ejemplo, crezcamos en la fidelidad a la palabra de Dios, en el amor al trabajo, en la pureza de los afectos, en el servicio a nuestra familia y a la Iglesia, para llegar un día a disfrutar de la gloria de Dios. Amén.

-Gloria al Padre....

CANTO: Labora y canta la esposa del carpintero y el mundo entero sonríe y canta también.

 

SEGUNDO MISTERIO:

“El nacimiento de Jesucristo fue así:

Su madre María estaba comprometida con José. Pero, antes de que vivieran juntos, quedó esperando por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era hombre justo, pensó dejarla en secreto. Pero un ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: “José, no temas en llevar a tu casa a María como tu esposa, porque la criatura que espera es obra del Espíritu Santo”. Y José hizo lo que le dijo el ángel”. (Mt. 1,18-25)


* Este misterio lo ofrecemos por todos los novios para que se preparen bien al matrimonio y formen familias profundamente cristianas.

1 Padrenuestro, 5 Salve José y 1 Gloria


 Padre nuestro

V. Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

R. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.


DIOS TE SALVE, JOSÉ

 V.- Dios te salve José, custodio del Redentor y esposo purísimo de María: Tú eres el hombre justo y obediente a la voluntad del Padre. Bendito el Señor, que te confió a sus tesoros: Jesús y María.

R.- Ruega por nosotros, glorioso San José, para que siguiendo tu ejemplo, crezcamos en la fidelidad a la palabra de Dios, en el amor al trabajo, en la pureza de los afectos, en el servicio a nuestra familia y a la Iglesia, para llegar un día a disfrutar de la gloria de Dios. Amén.

-Gloria al Padre....

CANTO: Labora y canta la esposa del carpintero y el mundo entero sonríe y canta también.

 

TERCER MISTERIO:

 “En esos días el emperador ordenó hacer un censo en todo el imperio.

José, descendiente de David, salió de Nazareth y subió hasta Belén, para inscribirse con María, su esposa, que estaba embarazada. Cuando estaban en Belén le llegó el tiempo y dio a luz un hijo a quien José puso el nombre de Jesús. (Lc.2,1-6; Mt. 1,25)


* Este misterio lo ofrecemos para quienes nos gobierna, para que sirvan al bien de todos, especialmente de los pobres.

1 Padrenuestro, 5 Salve José y 1 Gloria


Padre nuestro

V. Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

R. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.

DIOS TE SALVE, JOSÉ

 V.- Dios te salve José, custodio del Redentor y esposo purísimo de María: Tú eres el hombre justo y obediente a la voluntad del Padre. Bendito el Señor, que te confió a sus tesoros: Jesús y María.

R.- Ruega por nosotros, glorioso San José, para que siguiendo tu ejemplo, crezcamos en la fidelidad a la palabra de Dios, en el amor al trabajo, en la pureza de los afectos, en el servicio a nuestra familia y a la Iglesia, para llegar un día a disfrutar de la gloria de Dios. Amén.

-Gloria al Padre....

CANTO: Labora y canta la esposa del carpintero y el mundo entero sonríe y canta también.

 

CUARTO MISTERIO:

“Después que partieron los Magos, el Ángel del Señor se le apareció a San José en sueños, diciéndole:

“Levántate, toma al niño y a su madre y huye a Egipto. Quédate allí hasta que te avise, porque Herodes quiere matar al niño”. José se levantó, tomó de noche al niño y a su madre y se retiró en Egipto”. (Mt. 2,13-15)


* Meditando a San José que experimenta los sufrimientos del destierro, ofrecemos este misterio por los emigrantes, los perseguidos, los que tienen que vivir fuera de su familia.

1 Padrenuestro, 5 Salve José y 1 Gloria


Padre nuestro

V. Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

R. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.


DIOS TE SALVE, JOSÉ

 V.- Dios te salve José, custodio del Redentor y esposo purísimo de María: Tú eres el hombre justo y obediente a la voluntad del Padre. Bendito el Señor, que te confió a sus tesoros: Jesús y María.

R.- Ruega por nosotros, glorioso San José, para que siguiendo tu ejemplo, crezcamos en la fidelidad a la palabra de Dios, en el amor al trabajo, en la pureza de los afectos, en el servicio a nuestra familia y a la Iglesia, para llegar un día a disfrutar de la gloria de Dios. Amén.

-Gloria al Padre....

CANTO: Labora y canta la esposa del carpintero y el mundo entero sonríe y canta también.

 

QUINTO MISTERIO:

La presentación del Niño en el Templo y la Purificación de María Santísima.

“Cuando llegó el día en que debían cumplir el rito de la purificación de la madre, llevaron al niño a Jerusalén. José lo consagró al Señor. Además ofrecieron el sacrificio que ordenaba la ley: un par de tórtolas o dos pichones. Y José y María estaban maravillados de lo que Simeón decía del niño”. (Lc. 2,22-24.33)


* Ofrecemos este misterio por todos los papás, para que sean verdaderos educadores cristianos y cultiven la fe y la vocación de sus hijos. 

1 Padrenuestro, 5 Salve José y 1 Gloria.

 Padre nuestro

V. Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

R. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.


DIOS TE SALVE, JOSÉ

 V.- Dios te salve José, custodio del Redentor y esposo purísimo de María: Tú eres el hombre justo y obediente a la voluntad del Padre. Bendito el Señor, que te confió a sus tesoros: Jesús y María.

R.- Ruega por nosotros, glorioso San José, para que siguiendo tu ejemplo, crezcamos en la fidelidad a la palabra de Dios, en el amor al trabajo, en la pureza de los afectos, en el servicio a nuestra familia y a la Iglesia, para llegar un día a disfrutar de la gloria de Dios. Amén.

-Gloria al Padre....

CANTO: Labora y canta la esposa del carpintero y el mundo entero sonríe y canta también.

 

SEXTO MISTERIO:

El niño perdido y encontrado en el Templo.

“José y María iban cada año a Jerusalén para las fiestas de Pascua; y cuando Jesús cumplió los 12 años, fue también con ellos para cumplir este precepto. Al terminar los días de fiesta, mientras ellos regresaban, Jesús se quedó en Jerusalén, sin que José lo supiera... Después de tres días de búsqueda lo encontraron en el templo, entre los maestros de la ley”. (Lc. 2,41-49)


 * Ofrecemos este misterio por los adolescentes de nuestros  países, para que crezcan en su personalidad, y en su madurez humana y cristiana.

1 Padrenuestro, 5 Salve José y 1 Gloria

 Padre nuestro

V. Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

R. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.


DIOS TE SALVE, JOSÉ

 V.- Dios te salve José, custodio del Redentor y esposo purísimo de María: Tú eres el hombre justo y obediente a la voluntad del Padre. Bendito el Señor, que te confió a sus tesoros: Jesús y María.

R.- Ruega por nosotros, glorioso San José, para que siguiendo tu ejemplo, crezcamos en la fidelidad a la palabra de Dios, en el amor al trabajo, en la pureza de los afectos, en el servicio a nuestra familia y a la Iglesia, para llegar un día a disfrutar de la gloria de Dios. Amén.

-Gloria al Padre....

CANTO: Labora y canta la esposa del carpintero y el mundo entero sonríe y canta también.

 

SÉPTIMO MISTERIO:

La vida de Jesús en Nazaret

 “Jesús vivió con sus padres en Nazareth, obedeciéndoles en todo. Y crecía en sabiduría, edad y gracia, tanto para Dios como para los hombres”. (Lc. 2,51-52)


 * Ofrecemos este misterio por todos los trabajadores, para que tengan un trabajo digno y para que nuestras familias  imiten las virtudes de la sagrada familia de Nazareth.

1 Padrenuestro, 5 Salve José y 1 Gloria

Padre nuestro

V. Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

R. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.


DIOS TE SALVE, JOSÉ

 V.- Dios te salve José, custodio del Redentor y esposo purísimo de María: Tú eres el hombre justo y obediente a la voluntad del Padre. Bendito el Señor, que te confió a sus tesoros: Jesús y María.

R.- Ruega por nosotros, glorioso San José, para que siguiendo tu ejemplo, crezcamos en la fidelidad a la palabra de Dios, en el amor al trabajo, en la pureza de los afectos, en el servicio a nuestra familia y a la Iglesia, para llegar un día a disfrutar de la gloria de Dios. Amén.

-Gloria al Padre....


CANTO: María de Nazareth, María me cautivó,

hizo más fuerte mi fe y por hija me adoptó.


LETANÍAS DE SAN JOSÉ 

1.-Señor, ten piedad de nosotros.  Se repite

2.-Cristo, ten piedad de nosotros.

3.-Señor, ten piedad de nosotros.

4.-Cristo, óyenos.

5.-Cristo, escúchanos.  

6.-Dios, Padre celestial.  R. Ten piedad de nosotros.

7.-Dios Hijo, Redentor del mundo

8.-Dios Espíritu Santo

9.-Santa Trinidad, un solo Dios   

10.-Santa María,  R. Ruega por nosotros.

11.-San José

12.-Ilustre descendiente de David

13.-Luz de los patriarcas

14.-Esposo de la Madre de Dios

15.-Custodio purísimo de la Virgen,

16.-Nutricio del Hijo de Dios

17.-Diligente defensor de Cristo

18.-Jefe de la Sagrada Familia

19.-José justo

20.-José casto

21.-José prudente

22.-José fuerte

23.-José obediente

24.-José fiel

25.-Espejo de paciencia

26.-Amante de la pobreza

27.-Modelo de obreros

28.-Gloria de la vida doméstica

29.-Custodio de vírgenes

30.-Sostén de las familias

31.-Consuelo de los desdichados

32.-Esperanza de los enfermos

33.-Patrono de los moribundos

34.-Terror de los demonios

35.-Protector de la santa Iglesia    

36.-Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo     R.  Perdónanos, Señor.

37.-Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo   

 R.   Escúchanos, Señor.

38.-Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo    

R.  Ten piedad de nosotros.

39.- Ruega por nosotros San José.

R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Cristo.

ORACIÓN

¡Oh Dios, que con inefable providencia te dignaste elegir a San José para esposo de tu Santísima Madre!; te rogamos nos concedas tenerlo como intercesor en el cielo, ya que lo veneramos como protector en la tierra. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.


Para terminar:

Oremos por el Santo Padre para que nos conduzca al triunfo del Inmaculado Corazón de María y del Sagrado Corazón de Jesús:

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.


San José, patrono de la Iglesia Universal, Ruega por nosotros


En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.