ENTRADAS POPULARES

SANTORAL LITÚRGICO

El Niño Dios a nacido en Belén

HIMNO A SAN JOSÉ

HIMNO A SAN JOSÉ

Hoy a tus pies, ponemos nuestra vida; Hoy a tus pies, ¡Glorioso San José! Escucha nuestra oración, Y por tu intercesión, Obtendremos, la paz del corazón; En Nazaret, junto a la Virgen Santa, En Nazaret ¡Glorioso San José! Cuidaste al niño Jesús, Pues por tu gran virtud, Fuiste digno custodio de la luz. Con sencillez humilde carpintero; Con sencillez ¡Glorioso San José! Hiciste bien tu labor, obrero del Señor, Ofreciendo, trabajo y oración. Tuviste fe, en Dios y su promesa; Tuviste fe, ¡Glorioso San José! Maestro de oración, alcanzarnos el don, De escuchar, y seguir la voz de Dios:

ORACIÓN DE SAN AGUSTÍN SOBRE LA MUERTE




Oración de San Agustín Sobre la Muerte

Este poema es uno de los más conocidos de San Agustín de Hipona, en él nos habla de la muerte y sobre cómo el cuerpo transfigura al llegar al cielo. Del mismo modo, da palabras de aliento al lector sobre temáticas como perder a un ser querido, recordándonos que en compañía de Dios estaremos mejor.

Esta oración de San Agustín por los difuntos explica de la forma más humana el sentimiento de superación y las razones por las cuales es importante ver a la muerte con ojos de deseo, pues es ese el lugar en el que el cuerpo podrá alcanzar la liberación del pecado y la maldad de un mundo corrompido por los deseos de la codicia y crueldad.

Además, invita a no temer a la muerte. Las personas tienen la creencia de que la muerte es el final, cuando en realidad, la muerte no tiene trascendencia sino que solo significa un nuevo comienzo al lado del creador, nuestro padre eterno.

San Agustín de Hipona en su poema titulado «La Muerte no es el final» nos da esperanzas para nuestros seres amados que han muerto. Nos da a ver una versión más humana y cálida de la muerte, que lejos de la concepción que se tiene predispuesta no es más que el cambio de rumbo. De repente, abandonamos el mundo de los paganos para ir al paraíso con Dios amado y misericordioso.
En la siguiente oración se pide por el bienestar de nuestros seres amados en el cielo, se ora por su protección y felicidad. Si has perdido un ser amado recientemente, reza esta oración, encomiéndate a San Agustín y acompaña esta oración de fe, un padre nuestro y tres avemarías.

¡Oh San Agustín,
voz de bondad en la adversidad
he perdido un ser amado
por favor, junto con Dios,
cuida de él.
Protégelo, sánalo y
ámalo bajo todas las
circunstancias.
Dale la fuerza,
perdona sus pecados
y haz que su estancia
en el más allá
sea tan maravillosa
como me imagino ha de ser.
Protégelo, protégeme y cuida
de cada familia que ha perdido
a un ser amado.
Gracias por todo,
Amén. 

Un padre nuestro y tres avemarías.


No hay comentarios:

Publicar un comentario