NOVENA A SANTA CECILIA
Santa Cecilia, gloriosa
Virgen y mártir de Jesucristo, admiro la valentía con la que profesaste tu fe
ante las graves persecuciones, y el amor generoso con el que ofreciste tu vida
como testimonio de tu fe en la Santísima Trinidad. Doy gracias a Dios con
ustedes por las maravillosas gracias que Él les ha concedido para hacer su vida
santa y agradable a Él aún en medio de la riqueza que era suya. Le doy gracias
por el privilegio que se le ofrece de recibir la gloriosa corona del martirio.
Santa Cecilia, admiro
también la pureza de amor que te unía al Salvador, que era mayor a tus ojos que
cualquier afecto humano, por lo que te declaraste ante los enemigos de la
Iglesia: “Yo soy la esposa de mi Señor Jesucristo”. Oren por mí para que, a
imitación de ustedes, pueda guardar mi cuerpo puro y mi alma santa, y pueda
amar a Jesús con todo mi corazón.
En estos tiempos tan
llenos de búsqueda de placer y tan faltos de fe, enséñanos a profesar nuestra
fe con valentía y a estar dispuestos a sacrificarnos en su práctica, para que
nuestro buen ejemplo pueda llevar a otros más cerca de Cristo y de la Iglesia
que Él fundó.
En acción de gracias a
Dios por las gracias que concedió a Santa Cecilia:
Padre nuestro. Ave María. Gloria a Dios
Santa
Cecilia, Virgen y Mártir de Jesucristo, ruega por nosotros.
Oración a Santa Cecilia
Santa Cecilia, confío en
tu intercesión porque ofreciste generosamente tu vida como sacrificio por amor
a Jesús, a quien te entregaste con todo tu corazón y tu alma. Jesús no
rechazará sus oraciones. Ruega a Jesús que me conceda este favor: (Mencione su petición.)
Por Jesucristo, que llenó
tu corazón de amor puro y heroico, que te coronó con la corona gloriosa del
martirio, que permitió que tu cuerpo permaneciera incorrupto a través de todos
estos siglos, y que quiso que tu memoria fuera alabada por la Iglesia en cada
Misa del Día Santo, te pido encarecidamente que intercedas por mí. Ayúdame a
imitar tu fe y tu amor a Dios, para que pueda estar dispuesto a hacer cualquier
sacrificio por mi fe católica. Que a través de vuestras oraciones llegue algún
día al cielo y alabe con vosotros al Sagrado Corazón de Jesús, el Esposo
amoroso de vuestra alma y de la mía. Amén.
Oremos a Santa Cecilia
Oh Santa Cecilia, a quien
Dios muchos poderes, para ser una excelente y poderosa protectora, que después
de haber pasado fielmente nuestros días como ella, en inocencia y santidad, un
día llegue a la tierra de la bienaventuranza, donde en concierto con ella,
podamos alabarte y bendecirte por siempre en la eternidad. Amén.
Himno a Santa Cecilia
Deja que el órgano
profundo hinche el lecho
En honor a este día
festivo.
Que los coros armónicos
proclamen
El bendito nombre de
Cecilia.
Que los coros armónicos
proclamen
El bendito nombre de
Cecilia.
Cecilia con una corona
doble,
Adornados en el cielo,
oramos para que miremos hacia abajo,
Sobre tus fervientes hijos
aquí presentes
Y escuchen su humilde
oración.
Que los coros armónicos
proclamen
El bendito nombre de
Cecilia.
Letanías a Santa Cecilia
-Santa María, Madre de
Dios, R. ruega por nosotros.
-Santa Cecilia,
-Santa Cecilia, virgen
sabia,
-Santa Cecilia, cuyo
corazón ardía con el fuego del amor divino,
-Santa Cecilia, apóstol
por tu celo y caridad,
-Santa Cecilia, que
convirtió a tu esposa y le procuró la corona del martirio,
-Santa Cecilia, que con sus
súplicas conmovió los corazones de los paganos y los llevó a la verdadera
Iglesia,
-Santa Cecilia, que no
cesaba de ver a tu ángel de la guarda a tu lado,
-Santa Cecilia, que mezcló
tu voz con las armonías celestiales de las vírgenes,
-Santa Cecilia, que con
sus acentos melodiosos celebró las alabanzas de Jesús,
-Santa Cecilia, ilustre
mártir de Jesucristo,
-Santa Cecilia, que
durante tres días sufrió los tormentos más insoportables,
-Santa Cecilia, consuelo
de los afligidos,
-Santa Cecilia, protectora
de todos los que te invocan,
-Santa Cecilia, patrona de
los santos cánticos,
-Santa Cecilia, patrona
especial y defensora de todos los cantantes, músicos, autores y estudiantes.
Oremos a Santa Cecilia
Oh Dios Eterno, que nos
diste, en la persona de Santa Cecilia, una poderosa protectora, haz que después
de haber pasado fielmente nuestros días, como ella, en inocencia y santidad,
podamos un día alcanzar la tierra de la bienaventuranza, donde en concierto con
ella, podamos alabarte y bendecirte por siempre en la eternidad. Amén.
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