NOVENA
DE SANTA JUANA FRANCISCA FREMIOT
DE CHANTAL,
FUNDADORA DEL ORDEN DE LA VISITACIÓN
DE SANTA MARIA.
Madrid:
Imprenta de D. Mateo Repullés, 1823.
VIVA JESÚS.
Uno de los principales
obsequios que debemos tributar a los Santos, y medio para conseguir su patrocinio,
es consagrar especialmente a su veneración y culto nueve días, ya sean los que
preceden, ya los que siguen a su festividad; en ellos no debe contentarse el
cristiano con leer aquellas oraciones o máximas que están distribuidas para
cada día, sino que debe emplearse con más esmero en el desempeño de las obligaciones
que le impone su dignidad de cristiano, proponiéndose por modelo el Santo a
quien consagra su devoción. De aquí es que las hijas de Santa Juana Francisca
que se dedicasen a este culto de su Santa Madre, deben en sus nueve días poner
mayor cuidado en la exactitud y puntualidad con que cumplan las obligaciones
que su estado las impone, según lo que las dejó escrito para su instrucción, y practico
para su enseñanza a fin de no desmentir la dignidad de hijas de tal Madre, con
la diferencia de vidas y prácticas.
Puestos delante de alguna imagen de Santa Juana Francisca levantarán
el corazón a Dios, y se harán presentes a la Santísima Trinidad, a la Santísima
Virgen, y a toda la Corte Celestial; harán la señal de la Cruz; y dirán el siguiente acto de Contrición. . .
.
Con todo mi corazón te amo
Dios mío, porque eres mi último fin; pésame de haberte ofendido, propongo con
tu divina gracia, antes morir que pecar, y espero me has da perdonar. Amén.
Oración para todos los días.
Gloriosisima Santa Juana
Francisca, perfectísimo modelo de espíritus perfectos y si es para gloria de
Dios que yo consiga lo que deseo en esta Novena, alcanzadme, esta gracia de Jesús,
vuestro divino Esposo; y si no conviene y dirigid mi petición, y pedidle para
mí lo que fuere de su mayor agrado honor vuestro, y bien de mi alma. Amen.
Oración particular para el primer día
Eterno Dios, trino y uno:
pues sois tan admirable en vuestros siervos, y especialmente lo fuisteis en vuestra
escogida sierva Santa Juana Francisca, a quien fortalecisteis con una fe tan
clara y resplandeciente dé los misterios, qué los creía más ciertamente que si
los viese con los ojos, del cuerpo y que hicisteis que esta fe, con que fue tan
ilustrada, la sirviese de lucida antorcha para caminar segura en medio de las tentaciones
que sobre esta virtud sufrió; suplicoos Jesús mió, me concedáis por la: fe de
vuestra sierva, una fe que me ilumine para creer' cuanto; me enseña la Santa
Iglesia, y que me dirija en los pasos interiores de mi espíritu, y me alcance
la gracia que os pido en esta Novena. Amen.
Después se rezarán tres Padrenuestros, Ave Marías y Gloria Patri
á la Santísima Trinidad, en obsequio del favor que la Santa recibió con los
tres pobres; y se hará la petición del favor que se desea.
Oración para todos los días
Gloriosisima Santa Juana
Francisca, Ángel en la pureza; Arcángel en la solicitud del bien de las almas;
principado excelentísimo en la dirección espiritual y perfecta de innumerables
almas; potestad admirable en refrenar los sentidos y las pasiones, que son los
demonios que más daños nos hacen; virtud prodigiosa en muchedumbre de milagros;
dominación sagrada en formas de criaturas terrestres, angélicos espíritus;
trono donde descansó el celestial Esposo; querubín luminoso que alumbráis las
acciones de vuestro instituto con vuestros escritos;" serafín fogosísimo
en cuyo pecho imprimió el amor el Santo
nombre de Jesús; yo, Santa mía amadísima me gozo de los singulares dones con que
vuestro dulcísimo Esposo enriqueció vuestra alma, y confiado en vuestra
benignísima caridad imploro vuestra clemencia, para que me alcancéis del Señor
que os imite esta vida, y después os acompañe; en la gloria. Amen.
Este día se hacen tres actos de fe, y se concluye la Novena con
la Antífona y oración siguientes.
Antífona.
Tenía Santa Juana Francisca
muy grande reputación entre todos, porque temía mucho al Señor, y no había
quien hablase de ella una mala palabra.
V. Y Supo
complacer al Señor.
R. Y el
Señor se agradó de su modo de proceder.
ORACIÓN
Omnipotente y misericordioso
Dios, que a la Bienaventurada Juana Francisca abrasada en vuestro amor, la
concedisteis una admirable, fortaleza de espíritu para caminar en la perfección
por todas las sendas de la vida espiritual, y quisisteis; por su, medio
ilustrar a la Iglesia con una nueva familia; concédenos por sus méritos y
ruegos, que así; como conociendo nuestra flaqueza, confiamos en vuestra virtud,
así con el auxilio de la divina gracia venzamos todo lo adverso, por nuestro Señor Jesucristo. Amen.
Todos los días se hace lo mismo
variando soló la oración particular de cada día.
DÍA SEGUNDO
Oración para este día
Jesús mío, dulce Esposó divino
de Santa Juana Francis a quien fortalecisteis con una esperanza tan segura, que
intentó y consiguió obras, al aparecer humanó, imposibles, fundó muchos
Monasterios, y algunos con las rentas de la Providencia; esperó los sucesos
prósperos cuando el mundo perseguía sus designios; y contra los recelos y temores
de los hombres más doctos, siguió los caminos elevados de su espíritu, firme
siempre en vuestras promesas, suplicoos,
Jesús mió, me concedáis, por la esperanza firmísima de vuestra sierva, una constante
esperanza de salvarme, y de ejecutar cuanto conduce a vuestra gloria sin temor
de los respetos humanos , y la gracia que os pido en esta Novena. Amen.
Este día se harán tres actos
dé esperanza , y se concluye con el primero....
DIA TERCERO.
Oración para este día
Jesús mió, dulce consuelo de
Santa Juana Francisca, a quien inflamó vuestro amor de suerte que se imprimó en
su pecho tu dulce y santo nombre, para que sellado con tal sello fuese conocido
a quien pertenecía, a cualquiera parte que fuese: suplicoos, Dios mió, me concedáis
por el tierno y fuerte amor que os tuvo vuestra sierva, un ardentísimo amor a
vuestra Majestad, y que logre la dicha de morir en un acto de amor vuestro.
Amen.
Se harán este día
tres actos de amor de Dios.
DIA CUARTO.
Oración para este día
¡O mi Dios! dulce pastor de
Santa Juana Francisca, a quien comunicasteis el celo de la salvación de las
almas, como lo muestran tantas conducidas a la perfección y a la gloria con tan
inmensos trabajos de su santa vida, y tantos conventos de Religiosas que han
convertido las casas en jardines del celestial Esposo: suplicoos, Jesús mió,
que por el abrasado celo de vuestra sierva me concedáis un amor perfecto
a mis prójimos , y que guie a
todos con mis ejemplos a la gloria eterna. Amen.
Este día se
harán tres actos de deseos pidiendo por la salvación de las almas.
DIA QUINTO.
Oración para este día
¡O bien mió! y fortaleza de
mi alma , y muy particularmente de Santa Juana Francisca, a quien fortalecisteis
con un espíritu heroicamente varonil, para que padeciese por Vos inmensos trabajos,
y la disteis una paciencia invicta en todos ellos, por lo cual puso la gloria
de esta vida en padecer, repitiendo con amante y dilatado corazón, esta vida se
nos ha dado para padecer, y la eternidad para gozar: suplicoos, Jesús mió, me concedáis
por la invicta paciencia de vuestra sierva, una paciencia perfecta que sea mi
consuelo y gloria en los trabajos de esta vida, asegurando la eterna, y me
incline eficazmente á vivir padeciendo, y crucificada con
Vos en la Cruz merezca la
gracia que os pido en esta Novena. Amen.
Se harán este día tres actos
de vencimiento del genio.
DIA SESTO
Oración para este día
Días eterno, que disteis a
vuestra escogida siervo Una magnánima humildad, tan sólida y profunda qué
pudiese mantener lo celestial y asombroso de su santidad, y las singulares
gracias y perfectas virtudes en los aplausos que se seguían á sus heroicas
obras, suplicoos, Jesús mió, me concedáis por la humildad profunda de vuestra
sierva una humildad sólida y verdadera que me dé a conocer mis pecados, alumbré
las tinieblas de mi entendimiento, aparte de mi alma aire contagioso de la vanidad,
y disponga mi corazón a conseguir la gracia que os pida en esta Novena. Amen.
Este di a se
harán tres actos de profunda humildad.
DIA SEPTIMO
Oración para este día
Jesús mió, padre amorosísimo
de Santa Juana Francisca, a quien favorecisteis con tan alto grado de oración
que la colocasteis entre los serafines, y la hicisteis iluminada maestra en
esta ciencia de los santas para que diese reglas seguras a sus Hijas:
suplicoos, Jesús mió, me concedáis por la elevada oración de vuestra sierva,
ser discípulo suyo, y me deis gracia de aprovecharme en el ejercicio de una
oración atenta y sólida que tenga por fruto la observancia perfecta de vuestra
santa ley y consejos evangélicos; y que me concedáis lo que os pido en esta
Novena. Amen.
Este día se
harán tres preparaciones para la oración.
DIA OCTAVO.
Oración para este día
Amorosísimo Jesús y Dios
eterno, que fortalecisteis con un espíritu de mortificación a vuestra escogida
sierva Santa Juana Francisca, que decía, revestida del espíritu de fervor, la
oración y la mortificación son los principales ejercicios de la Religión,
habiéndose ejercitado en estas dos virtudes con mucha particularidad,
suplicoos, mi buen Jesús, me concedáis por vuestra escogida sierva, que
mortifique todas mis acciones, palabras y pensamientos, y así merezca la gracia
que os pido en esta Novena. Amen.
Este día se
harán tres actos de mortificación interior.
DIA NOVENO.
Oración para este día
¡O asombro de perseverancia
en todas, las virtudes! Santa Juana Francisca, que persuadida a que la verdadera
devoción no puede estar sin la perseverancia, os acogisteis a la protección de
María Santísima, a quien escogisteis por madre desde vuestra más tierna edad, y
por cuyo patrocinio os librasteis de los lazos que toda vuestra vida os armó el
enemigo, manteniéndoos firme y constante bajo la protección de la Santísima
Virgen, hasta el último suspiro de vuestra vida, suplicoos que por esta
vuestra, filial y afectuosa devoción me alcancéis del dulcísimo Jesús la gracia
de tener por madre a su misma y Santísima Madre, para que siendo en esta vida
verdadero hijo suyo, logre alabarla en vuestra compañía en la gloria. Amen.
Este día se
harán tres actos de profunda humildad en obsequio de la santísima Virgen.
F I N.
Hermosa Santa Juana Francisca de Chantal, gracias por esa fructifera vida en el Señor y por enseñarnos tanto.
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