NOVENA EN HONOR A
SAN BARTOLOMÉ APÓSTOL
Traducción
de la Novena publicada en el libro “Notizie istoriche sull’arrivo, e
traslazioni del sacro corpo di s. Bartolomeo appostolo in Benevento principale
protettore di essa città” por don Emanuele Annecchino, canónigo del Insigne
Colegio de San Bartolomé en Benevento, e impresa en el seminario de esa ciudad
en 1792, con aprobación eclesiástica.
MODO DE HACER LA NOVENA
1. Escuchar cada día de la
Novena devotamente la Santa Misa.
2. Comulgar el primer día de
la Novena, y en el día de su festividad.
3. Hacer alguna limosna en
honor del Santo.
4. Procurar con eficacia en
todos los nueve días la enmienda de aquel vicio que más predomina en el
corazón, y atender con modo particular la adquisición de la Santa Pureza.
NOVENA EN HONOR A
SAN BARTOLOMÉ APÓSTOL
Por la señal ✠ de la Santa Cruz, de
nuestros ✠
enemigos, líbranos Señor ✠
Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
℣. Oh
Dios, venid en mi auxilio.
℞.
Señor, apresuraos a socorrerme.
℣.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
℞.
Como era en el principio, y ahora y siempre, por los siglos de los siglos.
Amén.
DÍA PRIMERO - 15 DE AGOSTO
Glorioso Apóstol y Principal
Protector nuestro San Bartolomé, vos que por vuestras ilibadas costumbres,
apenas visto por el Divino Salvador, fuisteis llamado al Apostolado con esta
maravillosa invitación: «He aquí un verdadero Israelita, en quien no hay
engaño», y lo seguisteis devotamente y con todo el corazón. ¡Cuánto he sido, y
soy disímil a Vos! ¡Cuán grande y continua ha sido mi desobediencia a las
Divinas llamadas! Obtenedme del Señor, ¡oh Santo Apóstol!, que yo conozca
aquella mi ingrata desobediencia; que vea y tema el peligro de la muerte
eterna, a la cual me expongo; que la llore y la deteste todos los días de mi
vida; y que desde aquel punto sea siempre hallado del Señor fiel y exacto al
corresponder a sus voces; diligente y fervoroso en imitar vuestros ejemplos.
Rezar un Pater noster, Ave María y Gloria.
GOZOS EN HONOR A SAN BARTOLOMÉ
Pues Apóstol escogido,
Fuisteis de Cristo al
desvelo;
Dadnos favor y consuelo,
Bartolomé esclarecido.
De Ciro y sangre real
Os han hecho descendiente,
Más de pescador prudente,
Galilea os dio el caudal:
Y pues habéis merecido
Ser ciudadano del Cielo:
Dadnos favor y consuelo,
Bartolomé esclarecido.
En alta contemplación
Siempre el Cielo os
advertía,
Que cien veces noche y día
Frecuentabais la oración:
Y pues el divino oído
Penetrabais desde el suelo:
Dadnos favor y consuelo,
Bartolomé esclarecido.
De Astarot, que muchos daños
En los enfermos causaba
Fingiendo que los curaba
Deshicisteis los engaños:
Y pues quedó enmudecido,
De vuestra eficacia al celo:
Dadnos favor y consuelo,
Bartolomé esclarecido.
Insigne os llamó Profeta
Berit, ídolo feroz;
Y a vuestra celestial voz
Le dio el nombre de
trompeta;
Y pues en vos perseguido,
No halló el demonio repelo:
Dadnos favor y consuelo,
Bartolomé esclarecido.
De Polimio, rey famoso,
A una hija endemoniada,
Y de Astarot desahuciada,
Disteis salud y reposo:
Y pues de ella fue excluido
Satanás con vuestro anhelo:
Dadnos favor y consuelo,
Bartolomé esclarecido.
Sogas atándole estrechas
El ídolo derribaron,
Y en su templo se mostraron
Cruces por Ángeles hechas:
Y pues el rey convertido
Rasgó de su engaño el velo:
Dadnos favor y consuelo,
Bartolomé esclarecido.
Astiages enojado
De maravillas tan raras,
Heriros mandó con varas
Y que fueseis desollado:
Y pues fuisteis así herido
De amor de Dios Mongibelo:
Dadnos favor y consuelo,
Bartolomé esclarecido.
Cruelmente os desollaron;
Pero en martirio tan fuerte,
No os pudo vencer la muerte,
Por lo cual os degollaron:
Y pues dolor tan sentido,
No hizo en vos el menor
duelo:
Dadnos favor y consuelo,
Bartolomé esclarecido.
Milagros pudiera hartos
Cantar en vuestra alabanza,
Pues dais muy cierta
esperanza
En los riesgos de los
partos:
A quien os llama afligido
Librad de aqueste recelo:
Dadnos favor y consuelo,
Bartolomé esclarecido.
Protector sois singular
Contra fieras tempestades,
Anunciáis serenidades
Al que os llegare a invocar:
Pues se remonta rendido
Hoy tan alto nuestro vuelo:
Dadnos favor y consuelo,
Bartolomé esclarecido.
Al que os reclama afligido
En su mal y desconsuelo,
Dadle favor y consuelo,
Bartolomé esclarecido.
℣.
Rogad por nosotros, bienaventurado San Bartolomé.
℞.
Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.
ORACIÓN
Oh Señor Jesucristo, que
quisisteis visitar por medio de vuestro bienaventurado Discípulo Apóstol San
Bartolomé a la India, y coronasteis con innumerables milagros y martirio, y le
disteis potestad para poner en fuga a los demonios y fantasmas: os suplicamos
nos concedáis que por sus méritos y oraciones seamos librados de las insidias
de los demonios y de todos nuestros enemigos, visibles e invisibles. por
vuestra diestra poderosa; e invocado su nombre consigamos la salud de alma y
cuerpo.
Gobernad, Señor, os
suplicamos, por los méritos y la intercesión de vuestro Apóstol San Bartolomé,
esta ciudad, y acumulad siempre vuestros beneficios, y defendedla con vuestra
gracia, para que libres de toda perturbación, os sirvamos con tranquila y
sincera servitud. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
En el nombre del Padre, y
del Hijo ✠, y
del Espíritu Santo. Amén.
DÍA SEGUNDO - 16 DE AGOSTO
Por la señal ✠ de la Santa Cruz, de
nuestros ✠
enemigos, líbranos Señor ✠
Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
℣. Oh
Dios, venid en mi auxilio.
℞.
Señor, apresuraos a socorrerme.
℣.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
℞.
Como era en el principio, y ahora y siempre, por los siglos de los siglos.
Amén.
Vos, ¡oh glorioso Apóstol y
Principal Protector nuestro San Bartolomé!, que admitido entre los Apóstoles
del Redentor, fuisteis fiel al seguirlo y acompañarlo en todo lugar, que
fuisteis el testigo más asiduo de sus milagros, y en especialidad entre los
otros Apóstoles, en aquellos tres días de la Pasión y muerte del Divino
Maestro, fuistes preso de un tan vivo dolor de verlo tan maltratado, que, retirado
de Jerusalén pasasteis los tres días de la Pasión derramado continuas lágrimas
vuestros ojos: ¡oh, qué grande es esta mi infidelidad! ¡Oh, cuántas veces he
faltado a aquellas solemnes promesas que juré a Dios en el Santo Bautismo, que
ratifiqué tantas veces al recibir los otros Sacramentos! Vos, ¡oh Santo
Apóstol!, obtenedme de Dios este espíritu de fidelidad, tanto que no piense en
otra cosa sino en seguir al Salvador en sus instrucciones, acompañarlo en sus
penas, llorar su Pasión y muerte ocasionada por mis pecados, y comience desde
este punto a hacer frutos dignos de penitencia.
Rezar un Pater noster, Ave María y Gloria. Los Gozos y la
Oración como en el primer día.
DÍA TERCERO - 17 DE AGOSTO
Por la señal ✠ de la Santa Cruz, de
nuestros ✠
enemigos, líbranos Señor ✠
Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
℣. Oh
Dios, venid en mi auxilio.
℞.
Señor, apresuraos a socorrerme.
℣.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
℞.
Como era en el principio, y ahora y siempre, por los siglos de los siglos.
Amén.
La voz del Señor en vuestra
lengua, ¡oh gloriosísimo Apóstol San Bartolomé!, fue siempre voz de virtud
soberana y divina. En vuestra predicación, en vuestro celo fue tal, y tanto el
número de las conversiones, que causó estupor en los mismos Paganos, y admirábanse
en todas las provincias de la pureza, la templanza, y todas las mayores
virtudes que resplandecían en los nuevos fieles. En vuestra intercesión alce
ahora el Sumo Dios sobre nosotros su brazo omnipotente, como lo levantó ya en
vuestra predicación. Dé el Señor a sus ministros aquella voz de virtud que os
dio a vos, se conserve en toda la Iglesia la Religión inmaculada que con tantos
sudores fundasteis con vuestras obras; y haced que, con celo fervoroso operemos
siempre nuestra eterna salvación y la edificación de nuestros prójimos; y que
así seamos santificados por vuestro celo, como lo fueron los nuevos fieles.
Rezar un Pater noster, Ave María y Gloria. Los Gozos y la
Oración como en el primer día.
DÍA CUARTO - 18 DE AGOSTO
Por la señal ✠ de la Santa Cruz, de
nuestros ✠
enemigos, líbranos Señor ✠
Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
℣. Oh
Dios, venid en mi auxilio.
℞.
Señor, apresuraos a socorrerme.
℣.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
℞.
Como era en el principio, y ahora y siempre, por los siglos de los siglos.
Amén.
El ser probado por Dios con
muchas tribulaciones ha de ser para un seguidor de Jesucristo argumento de
alegría y de contento. Así enseñábais a los primeros Cristianos, ¡oh glorioso
Apóstol San Bartolomé!, y más con los ejemplos que con las palabras nos
enseñáis esta verdad. En las prisiones, en las cadenas, en las persecuciones de
los bárbaros y de Astiages, extrañamente irritado por la conversión del Rey
Polimio su hermano, vos hallásteis las más delectables consolaciones: vuestro
espíritu se beatificaba en las dulzuras del Sumo Bien. Confrontando esto, ¡cuánto
debería confundirme y compungirme! Aquellas ordinarias incomodidades, que son
inseparables de este lugar de exilio, bastan para llenar mi espíritu de
amargura, y transportarme a mil impaciencias. Por vuestra intercesión me
conceda el Señor gracia para que en lo venidero comience a practicar vuestras
enseñanzas, e imitar vuestros ejemplos; y si no sé alegrarme de ser tribulado,
sepa al menos, que vienen de Dios mis tribulaciones, y sepa llevarlas con
humildad y resignación.
Rezar un Pater noster, Ave María y Gloria. Los Gozos y la
Oración como en el primer día.
DÍA QUINTO - 19 DE AGOSTO
Por la señal ✠ de la Santa Cruz, de
nuestros ✠
enemigos, líbranos Señor ✠
Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
℣. Oh
Dios, venid en mi auxilio.
℞.
Señor, apresuraos a socorrerme.
℣.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
℞.
Como era en el principio, y ahora y siempre, por los siglos de los siglos.
Amén.
Para obedecer a su Divino
Padre vino Jesucristo a esta tierra, hizo siempre en todas las cosas la
voluntad de quien lo había enviado, y a lo último padeció y murió en la Cruz,
dejando a todos los Cristianos un ejemplo perfecto de obediencia. Vos, ¡oh
glorioso Apóstol San Bartolomé!, fuisteis entre los primeros fundadores de esta
celestial doctrina, y en demostrar la práctica en vos mismo. Nunca tuvieron las
operaciones de vuestra vida Apostólica otra regla, otro motivo, que la voluntad
divina: y vuestra muerte no fue otra cosa que un holocausto de vuestra amorosa
obediencia. Por vuestro Patrocinio obre en nosotros el Señor una constante
ejecución de su voluntad hasta la muerte; donde juntamente con vos sigamos a
Jesucristo, e imitemos su ejemplo, y con vos seamos admitidos en el Cielo a
cantar las victorias de la Divina Misericordia preparadas a los verdaderos
obedientes.
Rezar un Pater noster, Ave María y Gloria. Los Gozos y la
Oración como en el primer día.
DÍA SEXTO - 20 DE AGOSTO
Por la señal ✠ de la Santa Cruz, de
nuestros ✠
enemigos, líbranos Señor ✠
Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
℣. Oh
Dios, venid en mi auxilio.
℞.
Señor, apresuraos a socorrerme.
℣.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
℞.
Como era en el principio, y ahora y siempre, por los siglos de los siglos.
Amén.
Vos, ¡oh grande Apóstol de
la Armenia San Bartolomé!, que con tanta fidelidad y constanza correspondisteis
al excelso don de la Fe, que protestabais no saber otra cosa sino a Jesucristo
crucificado, por quien fuisteis tan celoso en vuestro ministerio, que por veintisiete
años atendisteis a la más laboriosa predicación en la Licaonia, en la Albania,
en las Indias y en la Armenia, que fuisteis denominado Apóstol del verdadero
Dios: nuestras voces son de Cristianos, pero no son ya tales nuestras obras.
Esta fe tan estéril de tantas operaciones será un día nuestra condena. Vos por
tanto, impetradnos una fe viva y firmísima en el creer; collante, generosa, y
perseverante hasta la muerte en el obrar santamente; donde podamos eternamente
bendecir y agradecer al Señor el habernos concedido la gracia de la Fe, y la
corona eterna de la justicia.
Rezar un Pater noster, Ave María y Gloria. Los Gozos y la
Oración como en el primer día.
DÍA SÉPTIMO - 21 DE AGOSTO
Por la señal ✠ de la Santa Cruz, de
nuestros ✠
enemigos, líbranos Señor ✠
Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
℣. Oh
Dios, venid en mi auxilio.
℞.
Señor, apresuraos a socorrerme.
℣.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
℞.
Como era en el principio, y ahora y siempre, por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Oh, cuánto fue maravillosa
y divina aquella esperanza y confianza que vos tuvisteis siempre en Jesucristo,
oh glorioso Apóstol San Bartolomé! En las Indias, en la Armenia, en todo lugar,
en todo tiempo vos encontrásteis gravísimas oposiciones y peligros extremos.
Armado de confianza celestial superásteis y vencisteis todas las dificultades
en el nombre de Jesucristo. ¡Ah!, por esta esperanza heroica que ejercitaste en
la tierra, por aquellos gloriosos frutos que en vuestro Apostolado aquella
virtud, y por aquel premio tan ubertoso, que gozáis ahora en el Cielo, impetrad
a todos nosotros una firme y generosa esperanza Cristiana, que nos obtenga de
Dios la observancia de su Ley y la salvación eterna; nos anime y nos conforte a
cooperar siempre fielmente a todas sus gracias, y nos ponga en posesión de la
eterna herencia en el Cielo.
Rezar un Pater noster, Ave María y Gloria. Los Gozos y la
Oración como en el primer día.
DÍA OCTAVO - 22 DE AGOSTO
Por la señal ✠ de la Santa Cruz, de
nuestros ✠
enemigos, líbranos Señor ✠
Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
℣. Oh
Dios, venid en mi auxilio.
℞.
Señor, apresuraos a socorrerme.
℣.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
℞.
Como era en el principio, y ahora y siempre, por los siglos de los siglos.
Amén.
Nuestro Divino Maestro y
Salvador, en el tiempo de su predicación, recorrió el país del pueblo Hebreo,
sanando toda clase de enfermos, y recolmando a todos de beneficios. Vuestra
benéfica caridad, ¡oh grande Apóstol San Bartolomé!, fue muy similar a la del
Redentor. De las Indias os llevaron a la Armenia, y llamasteis a vida los muertos,
restituisteis la perfecta sanidad a los enfermos, curasteis al instante a los
paralíticos, sanasteis a todos los enfernos, por lo que fuisteis llamado el
hombre de los milagros. Similares prodigios obrasteis, cuando vuestro Santo
Cuerpo de Lípari fue prodigiosamente transportado a vuestra predilecta Ciudad
de Benevento. Nosotros vuestros devotosi estamos enfermos, y enfermos de
enfermedades espirituales de toda clase, estamos afligidos por innumerables
tribulaciones. Ah, recúbranos la sombra de vuestra protección. Mirad a esta
vuestra Ciudad, y perpetuad en los siglos venideros con beneficios siempre
mayores las magnificencias de vuestro patrocinio. Volved siempre más venerable
y glorioso vuestro Sepulcro, y protegednos siempre en todo suceso, en forma que
nosotros por prueba admiremos y bendigamos vuestra amorosa beneficencia.
Rezar un Pater noster, Ave María y Gloria. Los Gozos y la
Oración se rezarán todos los días.
DÍA NOVENO - 23 DE AGOSTO
Por la señal ✠ de la Santa Cruz, de
nuestros ✠
enemigos, líbranos Señor ✠
Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo ✠, y del Espíritu Santo. Amén.
℣. Oh
Dios, venid en mi auxilio.
℞.
Señor, apresuraos a socorrerme.
℣.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
℞.
Como era en el principio, y ahora y siempre, por los siglos de los siglos.
Amén.
Gloriosísimo Apóstol San
Bartolomé, vos obtuvisteis del Señor la más bella virtud de estar todo animado
e investido del espíritu de Jesucristo. Aquel espíritu es espíritu de amor y de
caridad: y el espíritu de caridad y de amor fue aquel que siempre sobresalió en
vuestra vida Apostólica. En veintisiete años de vuestro Apostolado anduvo
siempre avanzando en voz esta caridad, nunca fue pagada ni quieta, sino cuando
fijado en una Cruz, después de haber convertido al rey Polimio con toda la
familia, y doce ciudades del reino, fuisteis desollado vivo, y no cesando de
predicar la Divinidad de Jesucristo, os fue cortada la cabeza. Ah, ¡oh Santo
Apóstol, vos que quisisteis que reposaran vuestros venerados restos en esta
ciudad de Benevento, que quisisteis fuese glorificado vuestro Sacrosanto
Sepulcro, impetrad también para nosotros una chispa de aquella Divina caridad.
El espíritu de la caridad de Jesucristo animaba aquel avance de vida que nos
quede; y el último acto nuestro en esta tierra, sea un acto perfectísimo de
caridad, que cerrando felizmente nuestros días mortales, ponga principio a los
eternos, en los cuales junto con vos amemos, bendigamos y agradezcamos al
Padre, al Hijo y al Espíritu Santo por todos los siglos de los siglos. Amén.
Rezar un Pater noster, Ave María y Gloria. Los Gozos y la
Oración se rezarán todos los días.
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