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SANTORAL LITÚRGICO

El Niño Dios a nacido en Belén

HIMNO A SAN JOSÉ

HIMNO A SAN JOSÉ

Hoy a tus pies, ponemos nuestra vida; Hoy a tus pies, ¡Glorioso San José! Escucha nuestra oración, Y por tu intercesión, Obtendremos, la paz del corazón; En Nazaret, junto a la Virgen Santa, En Nazaret ¡Glorioso San José! Cuidaste al niño Jesús, Pues por tu gran virtud, Fuiste digno custodio de la luz. Con sencillez humilde carpintero; Con sencillez ¡Glorioso San José! Hiciste bien tu labor, obrero del Señor, Ofreciendo, trabajo y oración. Tuviste fe, en Dios y su promesa; Tuviste fe, ¡Glorioso San José! Maestro de oración, alcanzarnos el don, De escuchar, y seguir la voz de Dios:

DEPRECACIONES



DEPRECACIONES
EN LOS CASOS MÁS APREMIANTES
Por el deseo ardiente de martirio que tuviste y por tu celo por la propagación de la fe y bien de las almas, alcánzame, Padre mío Martín, la gracia que te pido.
Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.

Por la esperanza heroica que tuviste en alcanzar la felicidad del cielo por los méritos de la sangre de Cristo, obtenme de nuestro buen Dios el favor que te pido, Padre mío Martín.    
Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.

Por la caridad con que amaste a Dios, sobre todas las cosas y socorriste en cualquier necesidad al prójimo, no me dejes desconsolado en esta aflicción, Padre mío Martín.
Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.

Por las austerísimas penitencias con que discretamente mortificaste tu alma y cuerpo y por las extraordinarias gracias con que Dios te auxilió en este ejercicio, consígueme lo que solicito, amado Padre mío Martín. Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.

Por la oración con que salvaste la vida de tres reos fugitivos y por el celo con que exhortaste a enmendar su conducta, acógeme bajo tu amparo, amado Padre mío Martín.
Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.

Por la compasión con que protegiste a veinte jóvenes pobres y virtuosas, dotándolas con cuatro mil pesos cada una y por el premio que alcanzaste de Dios para tu devoto don Mateo, bendiciendo y aumentando sus riquezas, socórreme, amado Padre mío Martín.
Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.

Por el regalo grande que te hizo el Señor Crucificado en la oración, en el capítulo del convento, elevándote arrodillado hasta besar la llaga de su costado, dame espíritu de compunción; no me olvides en la presencia de Dios y concédeme la gracia que solicito en estas deprecaciones.
Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.



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