Santa María Soledad Torres Acosta,
virgen y fundadora
Fecha: 11 de octubre
n.: 1826 - †: 1887 - país:
España
Canonización: B:
Pío XII 5 feb 1950 - C: Pablo VI 25 ene 1970
Hagiografía: «Vidas
de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
Elogio: Santa
Soledad (Manuela) Torres Acosta, virgen, que desde su juventud demostró gran
solicitud hacia los enfermos pobres, a los que atendió con total abnegación,
especialmente al fundar la Congregación de Sien as de María Ministras de los
Enfermos. Murió en Madrid, ciudad de España.
Refieren a este santo: Santa
María Josefa del Corazón de Jesús Sancho de Guerra
Oración: Señor,
tú que concediste a santa Soledad Torres Acosta la gracia de servirte con amor
generoso en los enfermos que visitaba, concédenos tu luz y tu gracia para
descubrir tu presencia en los que sufren y merecer tu compañía en el cielo. Por
nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del
Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén (oración
litúrgica).
Santa María Soledad Torres
Acosta, junto con las santas María Micaela Desmaissieres, Joaquina Vedruna y
Vicenta López, forma parte del escuadrón de virtuosas mujeres españolas que
alcanzaron un grado de santidad heroica al servicio de los enfermos en el siglo
XIX. Los padres de María Soledad eran Francisco Torres y Antonia Acosta, una
pareja ejemplar de modestos comerciantes de Madrid. María, la segunda de sus
cinco hijos, nació en 1826. La niña, que recibió en el bautismo el nombre de
Manuela, era apacible y tan generosa que desde pequeña solía ocultar un poco de
comida para repartirla entre los mendigos, y estaba siempre más pronta a
enseñar el catecismo a los niños pobres que a jugar con ellos. En una época
frecuentó el convento de las religiosas de Santo Domingo y parece que se sintió
inclinada a ingresar en él, pero finalmente decidió esperar una indicación más
clara de la voluntad de Dios.
La señal llegó cuando el
servita Miguel Martínez y Sanz, vicario de una parroquia del barrio de
Chamberí, angustiado por el crecido número de enfermos que había en su
distrito, reunió en 1851 a siete mujeres en una comunidad religiosa para que se
consagrasen al cuidado de los enfermos. Manuela ingresó en dicha comunidad a
los veintiocho años y escogió el nombre de María Soledad, en honor de Nuestra
Señora de la Soledad.
Aunque no escasearon las
dificultades tanto interiores como exteriores, la nueva congregación fue
creciendo gradualmente. Cinco años después de la fundación, el P. Miguel partió
a Po con la mitad de los miembros para establecer allí una nueva congregación.
María Soledad quedó como superiora de las seis religiosas de la casa de Madrid.
En un momento dado, pareció que las autoridades eclesiásticas de la capital
iban a disolver la comunidad, pero el P. Gabino Sánchez, su nuevo director,
ayudó a María Soledad a obtener el apoyo de la reina, y así quedó conjurado el
peligro. En 1861, empezó a despejarse el horizonte, ya que las Siervas de María
recibieron entonces la aprobación diocesana, y otro agustino, el P. Angel
Barra, fue nombrado director. La congregación amplió su campo de actividades
con una institución para atender a las jóvenes delincuentes, y las fundaciones
empezaron a multiplicarse.
Durante la epidemia de
cólera de 1865, la caridad heroica de María Soledad y sus compañeras les ganó
el agradecimiento de los madrileños. Algunos años más tarde, una parte de las
religiosas se independizó de la superiora para formar una nueva congregación.
Naturalmente, no escasearon entonces las acusaciones tan comunes en la vida de
las fundadoras de congregaciones religiosas. Según la expresión de una de sus
súbditas, santa María Soledad era como el yunque sobre el que se descargan
todos los golpes. Pero el cielo premió la paciencia de su sierva concediéndole,
en 1875, el gozo de ver su congregación extenderse hasta Santiago de Cuba. A
partir de entonces, se aceleró el desarrollo de la obra: las casas y hospitales
de la congregación surgieron en todas las provincias de España y ese período de
multiplicación culminó en 1878, cuando se confió a las Siervas de María el
antiguo hospital de San Carlos del Escorial.
El crecimiento de la
congregación continuó durante los diez últimos años de la vida de María
Soledad, que fueron extraordinariamente serenos. A fines de septiembre de 1887,
la santa cayó enferma. El 8 de octubre, sus religiosas comprendieron que se
acercaba su fin y le pidieron: «Madre, bendecidnos como san Francisco a sus
hijos». María Soledad movió la cabeza en señal de negativa; pero una de las
religiosas la ayudó a erguirse un poco en el lecho, y entonces la fundadora
dijo lentamente, al tiempo que alzaba la mano: «Hijas mías, vivid siempre en
paz y unión». El 11 de octubre murió apaciblemente. Había sido durante treinta
y cinco años la directora, la guía y la inspiradora de las Siervas de María.
Bajo su dirección, la pequeña semilla de las seis primeras religiosas había
producido una congregación floreciente, bien disciplinada, muy efectiva y
profundamente fervorosa. La obra seguiría extendiéndose después de la muerte de
María Soledad, por Italia, Francia, Portugal y América. A muy pocos es dado
comprender la humildad, la caridad, la prudencia y el olvido de sí mismo que
exige la fundación de una obra de tal envergadura, pero la Iglesia, que lo sabe
muy bien, beatificó en 1950 a la Madre María Soledad, y SS. Pablo VI la
canonizó en 1970.
En Acta Apostolicae Sedis,
vol. XLII (1950), pp. 182-197, puede verse el documento de beatificación y una
nota biográfica. Existe en italiano una biografía escrita por E. Federici
(1950); se trata de una obra sustancialmente exacta, pero prolija. En español
existe por lo menos la biografía de J. A. Zugasti. Puede leerse, parte en
español, parte en italiano, la homilía de Pablo VI en la canonización.
Estas
biografías de santo son propiedad de El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una
fuente, esta ha sido tratada sólo como fuente, es decir que el sitio no copia
completa y servilmente nada, sino que siempre se corrige y adapta. Por favor,
al citar esta hagiografía, referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel)
y el siguiente enlace: https://www.eltestigofiel.org/index.php?idu=sn_3723
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