Oración a San Bruno
pidiendo Protección
De Todo Mal
Oh bienaventurado san Bruno,
muy amado del Señor, hombre de sentir puro y profundo, compasivo, piadoso y
bueno con todos, colmado de fe y de amor a Cristo y los hombres que amaste la
austeridad, la soledad y el silencio, pasaste tu vida en penitencia y oración y
fuiste consejero espiritual para pobres y ricos, tu que conoces lo que es
sufrir por falsas acusaciones, malicias, venganzas, humillaciones y
difamaciones escucha mis plegarias y llévalas ante Dios.
San Bruno, santo fundador de
la Orden de los Cartujos donde fuiste, padre, amigo y confesor de los monjes, y
con tus sabias indicaciones y tu buen obrar ayudaste al que sufría de alma y
cuerpo, te ruego alivies todo lo que me causa temor y desasosiego e intercede
por mi salud de alma, cuerpo y mente.
San Bruno, alma de Dios
elegida, de nobles sentimientos, paciente y entregado, que diste sobradas
pruebas de santidad y virtud y eres invocado para que nos des protección y
defensa cuando nos sentimos indefensos y desamparados, acude hoy hasta mí, pon
tu mirada sobre mí, aleja todo enemigo, todo lo que me cause malestar y ayúdame
a recuperar mi estabilidad emocional para que en mi vida haya calma y
serenidad.
Destierra para siempre de
mí, y de mi alrededor, todo espíritu del mal, toda mala persona, toda malicia,
codicia y maldad, protege a mi familia, trabajo, negocio y hogar para que no
suframos ataques del enemigo y aleja a la gente perversa y falsa de nosotros.
Que tu protección sea
nuestra defensa contra toda magia, ya sea adquirida o enviada, contra toda
salación, conjuro, maldición o brujería.
Que tu amparo sea nuestra
seguridad para no ser dañados por envidias ni malos ojos.
Que tu fortaleza sea nuestro
escudo para no ser afectados por las malas lenguas, los chismes, las intrigas y
las difamaciones y para que las envidias, los rencores y odios no puedan llegar
hasta nosotros, y en especial, san Bruno, te pido ayuda para:
(Exponer el problema y el
favor que se quiere conseguir)
Tú que siempre fuiste amable
y tuviste una sonrisa para dar alegría a los demás, tu que fuiste justo y
supiste perdonar, haz que sepamos perdonar a los que nos incomodan, danos la fuerza
y la constancia necesarias para combatir el mal con el bien, y enséñanos a ser
humildes y benévolos para saber disculpar a los que nos hieren y mortifican con
sus injusticias, perversidades y agravios.
Por tu gran corazón y por
los milagros obrados atiende mi pedido y haz que se cumpla lo que solicito aleja
de nosotros todo mal y adversidad y defiéndenos con tu protección de nuestros
enemigos
Te lo pedimos por los
méritos de Jesucristo, nuestro Señor y nuestro amigo y hermano, a quien sea dada
la alabanza, la adoración, la gloria y la acción de gracias por todos los
tiempos.
Amén.
Rezar el Credo, tres Padrenuestros, tres Avemarías y tres
Glorias.
Repetir la oración y los rezos durante tres días, o más si se
considera necesario.
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