Oración Inicial:
Tú San Diego de Alcalá de Henares que fuiste escogido por
Nuestra Señora de Guadalupe como la guía
para enseñarle a las personas y al
mundo que la senda de los cristianos es la del amor, piedad, el
entendimiento, valores, expiación, y el pedir perdón nuestros pecados,
apreciar y respetar todo lo que ha sido
creado por Dios, y por encima de todo, tener humildad y ser obediente.
Tú San Diego de Alcalá, de quien
conocemos vives desde el momento de tu partida en el Reino de nuestro Señor y
cerca de nuestra Virgen María, sé nuestro cuidador y danos la protección,
queremos que estés con nosotros ayudándonos en nuestras luchas de esta vida
moderna sin saber, la mayor parte del tiempo, donde fijar nuestras prioridades.
Ayúdanos a rezarle a Dios, por medio del Corazón de nuestra
Virgen de Guadalupe, cómo llegar hasta el
Corazón de Jesús, y así conseguir la gracia del Espíritu Santo y que
este sea usado para el bien de la humanidad y el bien de nuestra Iglesia. Amén.
Oración Diaria:
Santísima Trinidad, Yo, tu hijo, te agradezco por todos los
Bienes y virtudes que concediste a San Diego de Alcalá, especialmente por
aquellas con que lo adornasteis en la tierra y la gloria que ahora le impartes
desde el cielo.
Cumple tu obra, oh Señor, para que tu reino se desarrolle en
la tierra. Por sus méritos, en unión con los de Jesús y la Virgen María,
concédeme la gracia por la que pido
(Mencione
su pedido)
Y tú, mi poderoso intercesor, San Diego de Alcalá, que por
siempre estás tan dispuesto a ayudar a los que acuden a ti, te pido ruegues por
mí. Ve al trono de la Divina Misericordia de Dios y no te vayas sin ser escuchado.
A usted le confío este asunto importante y urgente que te he
solicitado, y te pido por favor tomes mi causa en tus manos y no permitas que termine esta novena
sin haber experimentado de alguna manera los efectos de su intercesión. Amén.
Al finalizar la oración diaria rece tres Padrenuestros, tres
Avemarías y Gloria, para que la novena se complete y pueda obtener el beneficio
solicitado, puede acompañar esta oración con una vela blanca encendida cada día
de oración.
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